Teatros y cines de toda Italia cierran hoy en protesta por los recortes a la cultura previstos por el Gobierno del primer ministro Silvio Berlusconi, en el marco de una huelga general convocada por los principales sindicatos del país y a la que se han adherido 250.000 trabajadores del sector.
La movilización es una protesta contra los recortes al sector previstos en la Ley de Presupuestos Generales de 2011, aprobada el pasado viernes en la Cámara de los Diputados y pendiente de aprobación en el Senado. Entre los ajustes promovidos por el Gobierno figuran, entre otros, recortes del Fondo único para el Espectáculo (FUS) y la reducción de los fondos previstos para el Ministerio de Bienes y Actividades Culturales, cifrados en unos 280 millones de euros (unos 384 millones de dólares).
Además, los trabajadores del sector protestan contra la deslocalización de las producciones audiovisuales y piden la creación y la valorización del desarrollo de las infraestructuras de la industria cinematográfica y audiovisual, a partir de una plena recuperación de los estudios de Cinecittà.
El titular de Cultura ha dicho que la movilización peca «de cierta instrumentalización política»
Crisis de Gobierno
La movilización llega en plena crisis de Gobierno y en particular del actual Ministerio de Cultura italiano, encabezado por Sandro Bondi, que se someterá a una moción de censura el próximo 29 de noviembre. Además de las críticas por los recortes presupuestarios, Bondi ha sufrido duras acusaciones de abandonar el área arqueológica de Pompeya, después de que hace unas semanas se desplomara la Domus de los Gladiadores.
El ministro admitió hoy que la protesta está basada "en argumentos justos", según recogen los medios italianos. "No puedo no comprender las razones de la propuesta del mundo del espectáculo, que a pesar de pecar de cierta instrumentalización política, plantea problemas reales", dijo el titular de Cultura, que reafirmó su promesa de mantener los incentivos fiscales a favor del cine y de reforzar los fondos del FUS.






