Esta mañana han comenzado las negociaciones formales para concretar la cuantía del rescate aprobado anoche para Irlanda, que podría situarse entre 80.000 y 90.000 euros, de los cuales algo más de la mitad iría destinado al sistema bancario irlandés. La apertura de los mercados ha acogido este lunes con moderada satisfacción la medida, con una ligera subida de las bolsas en las principales capitales europeas y un fortalecimiento del euro respecto del dólar.
Al día siguiente de una jornada en la que se precipitaron los acontecimientos -reuniones de urgencia del Gobierno para solicitar el rescate y de los ministros de la zona euro para concederlo-, el ministro de Finanzas irlandés, Brian Lenihan, aseguró esta mañana que el plan de reajuste elaborado por Irlanda «satisface ampliamente» a los negociadores de la UE y del FMI. El préstamo, a tres años, tendría un interés similar al estipulado para los 110.000 otorgados a Grecia hacia seis meses, que fue del 5%, por debajo del casi 9% al que llegó el bono irlandés a diez años la pasada semana.
El plan de austeridad para los próximos cuatro años, que será presentado mañana, prevé un reducción presupuestaria de 15.000 millones de euros (el 10% del PIB), de los que 10.000 millones procederán de recortes del gasto y 5.000 millones de nuevos impuestos, según concretó anoche el primer ministro, Brian Cowen. Entre las medidas que se pondrán en marcha está la reducción del salario mínimo, una reducción del 10% en gastos sociales y un pacto para disminuir el número de empleados del sector público en 28.000 personas.
Al margen de las cifras de severo ahorro, Dublín procederá a reducir el tamaño de sus bancos, vendiendo parte de sus negocios a entidades extranjeras, entre las que podría encontrarse el Santander.
El Gobierno irlandés hace llamadas a la calma pero anuncia recortes dramáticos
Lenihan llamó a la calma de la ciudadanía: «Es esencial que se mantenga la continuidad económica, que todo el mundo entienda que los cajeros automáticos funcionan, que los salarios se pagan y que gran fuerza de trabajo que se ha formado aquí sigue empleada, y también que el gran número de inversores extranjeros continúa invirtiendo».







