Apagado el infierno de Irlanda, los especuladores buscan otro mercado para incendiar. Y Portugal tiene todas las papeletas. Así, sus CDS se dispararon ayer hasta los 468 puntos mientras que los de grandes entidades financieras, como Banco Espirito Santo, alcanzaron máximos históricos en los 1.031 puntos.
El corolario de esta nueva psicosis no puede ser bueno para la banca española. Según datos de Evolution Securities citados por FT, Santander tendría 33.000 millones de euros expuestos a créditos en Portugal, mientras que BBVA concentraría 12.000 millones. En un escenario desastroso para el país luso (15% de pérdidas en hipotecas, 30% en préstamos no hipotecarios, 100% en inversiones de bonos) estos expertos calculan que las pérdidas para Santander serían de 4.500 millones y para BBVA de 1.500 millones, en torno al 7% y el 3% de su capitalización, aproximadamente.
De ahí que en esta firma expliquen que lo que los inversores están poniendo en precio es no sólo un desastre macro en Irlanda, sino también en Portugal y, eventualmente, en España. En caso de que el gobierno portugués tuviera que echar mano de la hucha puesta a disposición de Bruselas, los fondos no excederían de los 50.000 millones de euros, según estimaciones de distintos expertos. El problema es si tuviera que hacerlo España.







