Drácula no fue más que un perdedor nato (o, mejor dicho, no-muerto). Apenas quería conocer Londres, seducir a señoritas aburridas de novios victorianos y no molestar demasiado. Tiempo después, el tipo de sangre y género ha sufrido raras mutaciones: ahora los vampiros buscan la dominación mundial, fingen beber sangre artificial y quieren ser los chicos más populares del instituto. Así, el vampiro como virus: el vampirus. Y Justin Cronin (New England, 1962) había firmado dos buenas novelas «literarias» –Mary and O’Neil y The Summer Guest– que lo revelaban como digno aprendiz de Richard Russo, premios en las paredes del estudio, y poco dinero en el bolsillo. Y tal vez Cronin miró a su alrededor, y exclamó «¡Vampiros!» (su versión es que respondió al reclamo de su hija de ocho años, cansada de sus libros «aburridos») y, presto, Guerra y paz en plan Nosferatu.
Desde las selvas bolivianas
Enseguida, propuesta de trilogía, suculento adelanto, contrato para el cine con Ridley «Gladiator» Scott, y aletear hasta lo más alto de las listas. Lo que no es condenable. Porque las primeras 300 páginas de El pasaje cumplen, apoyándose en parámetros no por conocidos menos eficaces, como la siempre resultona niña-frágil-pero-todopoderosa. Aquí hay mordidas a
Soy leyenda
, de Richard Matheson, y a Salem’s Lot y The Stand, de Stephen King
, presentando a una raza de vampiros saltarines que llegan desde las selvas bolivianas para ser investigados como posible medicina universal y/o arma definitiva por los descerebrados cerebros del Pentágono, quienes, por supuesto, los confinan a una instalación de máxima seguridad que no resulta tan segura.
En la novela de Cronin hay influencias de Richard Matheson y Stephen King
Sonrisa zombi
Nada de esto sucede en Oscura (Suma de Letras). Segunda parte de la Trilogía de la Oscuridad, firmada por Guillermo del Toro y Chuck Hogan
, que –asimilado el desencanto de Nocturna–hasta se puede disfrutar con una sonrisa zombi. En cualquier caso, Del Toro y Hogan nos ofrecen de nuevo algo que se lee como video-game en el que los héroes incluyen a un cazador de vampiros superviviente de un campo de concentración nazi y un luchador mexicano marca Tarantino.








