Mercados, inversores, políticos y ciudadanos de a pie preocupados por la situación económica tendrán sus ojos puestos hoy en Fráncfort, sede del Banco Central Europeo, y en su reunión mensual del Consejo de Gobernadores. Más allá del precio oficial del dinero, que los expertos creen que se mantendrá en el actual 1%, la incógnita es conocer la hoja de ruta que desvelará la máxima autoridad monetaria sobre las medidas excepcionales de liquidez que tiene previsto llevar a cabo en los próximos meses para contribuir a estabilizar los mercados.
El presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, que compareció el martes en el Parlamento Europeo y no quiso adelantar las decisiones que se iban a tomar hoy en Francfort, sí dejó entrever que podría haber nuevos gestos en favor de los bancos mediante la compra de obligaciones de las entidaes a cambio de liquidez.
Además, no se descarta que el BCE decida continuar con su compra de bonos de deuda de los países que están siendo más atacados por los especuladores, hasta ahora Grecia e Irlanda, si bien, fruto del efecto contagio, Portugal, España, Bélgica e Italia también están sufriendo la onda expansiva del «tsunami» en forma de diferenciales históricos con el bono alemán que, en el caso español, rebasó el martes los 300 puntos básicos, una cifra nunca vista hasta ahora.
Sebastián ve «más que razonable» que el BCE compre deuda pública española
En este contexto Barroso aseguró ayer que tenía «total confianza» en el Banco Central Europeo, en el sentido de que ayudará a los países de la Eurozona a salir de la crisis más grave desde su puesta en marcha, de lo que da muestra los rescates históricos realizados en colaboración con el Fondo Monetario Internacionales de Grecia en primavera (110.000 millones de euros) y de Irlanda la semana pasada (85.000 millones de euros).
Asimismo, el comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn, sugirió que el BCE podría tomar más medidas para estabilizar la Eurozona una vez que se ha aprobado el rescate de Irlanda, se ha aclarado el papel de los bancos privados en futuros rescates y España y Portugal han anunciado más reformas, informa Ep. «En conjunto, estas medidas podrían proporcionar una base sólida para la continuación de las acciones de estabilización por parte del BCE, que ha jugado un papel clave a la hora de garantizar la estabilidad financiera de la eurozona, por ejemplo el pasado mayo», cuando la autoridad monetaria inició su programa de compra de deuda de algunos países de la eurozona, dijo Rehn en un discurso en Bruselas.
Agudización de la crisis
Lo cierto es que desde la ultima reunión del Consejo de Gobernadores del BCE, el pasado 4 de noviembre, la crisis de la deuda se ha extendido más que considerablemente, hasta el punto de tener que rescatar a Irlanda, y el euro ha perdido posiciones en relación con el dólar. A principios de noviembre la moneda europea cotizaba a 1,42 unidades frente al dólar y ayer se cambió a 1,29 unidades.
Mientras tanto, el ministro de Industria, Miguel Sebastián, calificó ayer de «más que razonable» la posibilidad de que el Banco Central Europeo (BCE) compre deuda pública española, que ha alcanzado su nivel máximo de los últimos casi quince años. «La compra de bonos públicos por parte del BCE está dentro de la ortodoxia. Lo hace el Banco de Inglaterra, la Reserva Federal de Estados Unidos y por qué no lo va a hacer el BCE», afirmó.
Sebastián, tras copresidir en Moscú la séptima Comisión Mixta Hispano-Rusa, señaló que la compra de deuda española se encontraría dentro de las funciones que cumple el BCE y subrayó que «los problemas europeos requieren de soluciones europeas», informa Efe.







