Confusión, frustración, resignación y finalmente sentido del humor para sobrevivir a una jornada caótica por la falta de información fueron los estados de ánimo por los que pasaron durante el día de ayer los cientos de pasajeros que acudieron a los aeropuertos de Castilla y León a coger el avión que les permitiese pasar unos días de descanso y con los suyos durante este goloso puente. A pesar de que el abandono de sus puestos de trabajo por parte los controladores aéreos de toda España tuvo lugar en la tarde del viernes, los cientos de ciudadanos de la región y de fuera de ella con pasajes de avión para aeródromos de la Comunidad acudieron ayer puntuales a las terminales con la esperanza de que sus vuelos finalmente estuvieran operativos, aconsejados, además, por las agencias de viajes donde tramitaron la compra de los billetes e incluso de todo el paquete turístico.
A primeras horas del día cabía la esperanza de que al estar gestionadas las torres de control de Valladolid, León y Salamanca por controladores militares, ajenos a la protesta de sus homólogos civiles, algunos aviones despegasen siempre que su destino estuviese operativo. Pero el cierre del espacio aéreo español a mediodía desvaneció las esperanzas de viajar. A partir de ese momento, comenzaron las colas y aglomeraciones delante de los mostradores de las agencias de viaje sitas en los aeropuertos y de información de AENA para saber qué se podría hacer y rellenar las hojas de reclamación. La mayoría de las agencias expidieron escritos a los afectados garantizando la devolución de los gastos ocasionados, con lo que a primera hora de la tarde, en las salas de espera de los aeropuertos sólo permanecían los pasajeros de unos pocos vuelos chárter que no había confirmado la nulidad definitiva del vuelo.
Sin embargo, a lo largo de la caótica jornada en los aeropuertos de Valladolid, León, Burgos y Salamanca se cancelaron una veintena larga de vuelos. AENA informó que se suspendieron un total de 24 vuelos —16 trayectos regulares y 8 vuelos chárter— a varios destinos europeos programados con motivo del puente, según indicó el gestor publico de aeropuertos.
Uno de los aeropuertos más afectados fue el de León, donde se cancelaron los ocho vuelos que debían operar ayer: Cinco salidas con destino a Barcelona, Madrid, París y Tenerife Norte, y tres llegadas de aviones procedentes de Barcelona, París y Tenerife Norte. Para hoy están previstos seis vuelos, dos salidas a Valencia y Barcelona, y cuatro llegadas, dos desde Barcelona, una de Valencia y otra desde Madrid.
Devolución de billetes
En total se vieron afectados en León 600 pasajeros, que en su inmensa mayoría ni siquiera se desplazaron hasta el aeródromo, aunque algunos afectados por las anulaciones se acercaron hasta el aeropuerto Virgen del Camino para informarse acerca de la devolución del importe de los billetes adquiridos. Para la jornada de hoy están previstos seis vuelos, dos salidas a Valencia y Barcelona, y cuatro llegadas desde Barcelona (2), Valencia y Madrid, aunque se desconoce que ocurrirá con los anulados en la jornada de ayer, informa María Gajate.
En cuanto al aeropuerto de Villanubla (Valladolid) se suspendieron los seis vuelos regulares programados, tres llegadas y dos salidas con destino Barcelona, y la salida del operado por Ryanair hacia Düsseldorf (Alemania). Tampoco pudieron despegar los cuatro vuelos chárter con destino a Estambul (Turquía), Praga (República Checa) y Marrakech (Marruecos) y Tenerife Sur. Sin cifras concretas, desde AENA se señaló que fueron varios cientos de pasajeros los que no pudieron despegar ayer desde el aeródromo vallisoletano.
Sin embargo, una vez abierto el espacio aéreo, a última hora de la jornada sí partió el chárter con destino Dubrovnik (Croacia), que debía haber salido a las seis de la mañana de la jornada de ayer.
El cierre del espacio aéreo también afectó al aeropuerto de Villafría, en Burgos, inaugurado hace un par de años. Más de 700 burgaleses no tuvieron más remedio que quedarse en tierra después de que el Consorcio del aeródromo hiciese pública su decisión de cancelar tres vuelos con destino a Praga (República Checa) y uno más con destino a Milán (Italia). Una decisión que cayó como un jarrón de agua fría entre los viajeros, que miraban con estupor, impotencia e indignación como se truncaban sus vacaciones del puente de la Inmaculada, sobre todo los burgaleses que a primera hora de la mañana esperaban a las puertas de la terminal para subirse al avión que iba a llevarles a la República Checa, ya que incluso llegaron a tener embarcadas las maletas, informa Mar González.
Los cuatro vuelos previstos tenían todos los billetes vendidos, ya que forman parte de programas de ofertas que está sacando el propio Consorcio para incrementar los viajeros del aeropuerto burgalés. De hecho el pasado puente del Pilar se estrenaba un vuelo a Roma y durante enero tiene previsto programarse otros vinculados al esquí con destino los Alpes.
Sin incidentes
Los pasajeros afectados en la mañana de ayer efectuaron sus correspondientes reclamaciones ante el mostrador de AENA y además, muchos de ellos exigieron tanto a los responsables de la infraestructura aeroportuaria como a Marsol, la empresa mayorista, un escrito oficial en el que se diese información sobre las consecuencias de la reclamación, ya que su principal preocupación era si van a recuperar el dinero invertido.
A pesar de la frustración y el malestar de los pasajeros a los que se dejó en tierra, en los cuatro aeropuertos de la región no hubo ningún incidente que reseñar, a parte de las reclamaciones y peticiones de información, sin que en ningún momento hubiese que requerir la intervención de las Fuerzas de Seguridad del Estado y los servicios de seguridad privada de los aeródromos.
