En los últimos días se ha especulado mucho sobre los motivos que llevaron al presidente del Gobierno a cancelar su viaje a la Cumbre Iberoamericana que se celebra estos días en Argentina. Aunque desde Moncloa se aseguraba que la decisión respondía al interés de Rodríguez Zapatero por estar presente en el Consejo de Ministros que debía aprobar el último paquete de medidas fiscales ideado por el Ejecutivo —algo que podría haberse hecho sin su presencia—. La insistencia del presidente por asistir a la reunión ha desatado en círculos políticos el rumor de que Zapatero tenía información sobre los planes de los controladores. Lo cierto es que su decisión coincidió con las veinticuatro horas de mayor caos aéreo en la historia de España.
Empiezan los rumores
Fomento conoce el posible amotinamiento
Tras varias jornadas de retrasos y cancelaciones en los aeropuertos gallegos por la ausencia de controladores, José Blanco anuncia que llevará al Consejo de Ministros medidas que garanticen el servicio hasta final de año. Los controladores constituyen asambleas en todos los centros de trabajo y el Gobierno es informado de que están preparando medidas de presión, incluyendo motines generalizados.
Se aprueba el real decreto
El Gobierno abre la caja de pandora
El Consejo de Ministros del viernes aprueba un real decreto ley de medidas económicas, entre las que se encuentra la posibilidad de privatizar hasta el 49% de AENA, aclara el cómputo de la jornada máxima anual de los controladores y establece la obligatoriedad de un reconocimiento médico inmediato para quienes aleguen «disminución de la capacidad física o psíquica» para realizar actividades de control aéreo. Estas medidas, adoptadas la víspera del mayor puente del año, provocan gran «malestar» en el colectivo, cuyos representantes inician contactos informales con Fomento.
Plante de los controladores
El turno de tarde abandona sus puestos
Mientras los representantes del sindicato USCA, que agrupa al 97% de los miembros del colectivo, expresaba el descontento de los controladores con la nueva normativa y anunciaba su «acatamiento» por sentido de la responsabilidad, el 70% de los controladores con servicio en el turno de tarde en Madrid y Baleares abandonaba sus puestos de trabajo. Por motivos de seguridad, AENA se ve obligada a cerrar el espacio aéreo en estas dos zonas y varios aeropuertos.
Gabinete de crisis
Coordinan la actuación desde Fomento
Tras conocerse el plante de los controladores, el ministro de Fomento convoca un gabinete de crisis, inicialmente formado por el secretario de Estado de Transportes, Isaías Táboas; el presidente de AENA, Juan Ignacio Lema; y el director general de Aviación Civil, Manuel Ameijeiras, además del propio Blanco. A lo largo de la jornada se incorporan también el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, y la titular de Defensa, Carme Chacón, así como el general consejero togado del cuerpo jurídico militar, José Luis Poyato Ariza; el jefe del Estado Mayor del Ejército del Aire, el general José Jiménez Ruiz; y el secretario de Estado de Defensa, Constantino Méndez.
Cierre del espacio aéreo
El abandono se extiende
A lo largo de la tarde los controladores han abandonado sus puestos de trabajo en casi todos los centros del país. Según Fomento, el absentismo se sitúa en torno al 70% y solo se opera para permitir aterrizar a los aviones que se encuentran en vuelo. En la primera comparecencia de la tarde, el presidente de AENA pide a los controladores que depongan su actitud, pero no es capaz de ofrecer soluciones a una situación que ya era caótica.
Blanco comparece
Anuncia la posible intervención del Ejército
El ministro de Fomento exige a los controladores que regresen a sus puestos de trabajo y lanza el primer ultimátum de la noche: si no se recupera la normalidad antes de las 21:30 —hora en que entra en vigor el decreto aprobado esa mañana— se procederá a militarizar el servicio, en virtud de una cláusula incluida en el nuevo decreto en previsión de situaciones similares a esta y cuya existencia se desconocía hasta ese momento.
Se militariza el servicio
Los militares ocupan las torres
Ante la persistencia de los controladores en su actitud, el presidente del Gobierno firma un decreto, que el Rey sanciona desde Argentina, por el que Defensa asume la «organización planificación, supervisión y control» del tráfico aéreo, quedando los controladores aéreos bajo su mando. Las autoridades militares asumen el control de las torres.
Ultimátum de Rubalcaba
La situación no se reconduce
A pesar de que tras la militarización del servicio muchos de los controladores del turno de noche acudieron a sus puestos de trabajo, la mayoría se niega a trabajar. El vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba, comparece ante los medios para anunciar que, en caso de que la situación no regrese a la normalidad en las horas siguientes, el Gobierno procederá a declarar el estado de alarma,
Estado de alarma
Se decreta por primera vez en la democracia
Durante la mañana del sábado, los controladores siguen negándose a trabajar. El espacio aéreo de Canarias, independiente del resto del país está a punto de ser reabierto, pero las presiones de miembros del colectivo, lo impiden. Reunido de urgencia, el Consejo de Ministros acuerda declarar el estado de alarma en todas las torres y centros de control del país. El Rey sanciona el decreto desde Argentina y entra en vigor de forma inmediata.
Se reabre el espacio aéreo
Despegan los primeros vuelos
Tras la incorporación del turno de tarde y bajo mando militar, los controladores comienzan a desempeñar sus tareas. AENA declara abierta la totalidad del espacio aéreo español y comienzan a despegar los primeros vuelos en veinticuatro horas. A pesar de ello, los aeropuertos aún tardarán varios días en recuperar la normalidad.
