Los representantes de Feria Valencia reanudaron ayer las conversaciones con el comité de empresa bajo la premisa de alcanzar un acuerdo que minimice el impacto social del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que presentará la institución ante los problemas derivados de la crisis económica y el descenso de la facturación. De hecho, Feria Valencia cerró el ejercicio de 2009 con unas pérdidas de 2,7 millones de euros, una caída del 40% en la comercialización de la superficie de exposición y una bajada del 45% en los ingresos de explotación.
El objetivo de la entidad que preside Alberto Catalá pasa por plantear un plan de prejubilaciones y otro de recolocaciones para los afectados por la medida, cuyo impacto todavía no se ha concretado.
Feria Valencia pretende apurar la negociación con los representantes de los trabajadores antes de presentar el ERE ante la autoridad laboral. Así, para el próximo viernes se ha convocado una nueva reunión.
La representante de UGT en el comité de empresa, Pilar Mora, explicó que el Expediente se plantea para el 37 por ciento de la plantilla, unos 120 empleados de un total de 320. Unas cifras que fueron desmentidas por Feria Valencia, que oficialmente no ha determinado el número de afectados.
UGT valoró el talante negociador de la empresa, que mantiene la prudencia en el proceso y se acoge al «pacto de confidencialidad» con el comité de empresa , mientras que el delegado de Comisiones Obreras expresó su disgusto ante la «falta de información» que, a su juicio, ha presidido los contactos mantenidos hasta la fecha.
