Sin ánimo de faltar al estilo y elegancia que debe imperar en cualquier texto o comunicación que se realice por escrito, nos resulta deliciosamente tentador explicar el origen de las expresiones con más tirón del refranero español.
Algunas tan populares como chabacanas, pero no por ello menos peculiares podemos encontrarlas en "El Quinto Pino", la bitácora que destacamos este martes en nuestra sección diaria sobre la blogosfera, y en la que precisamente podemos conocer la curiosa historia que se esconde detrás de expresiones tan empleadas en nuestro país como "el quinto pino".
Debemos buscar su origen en el Madrid del siglo XIX, concretamente en el Paseo del Prado, que por aquel entonces era la calle más larga de la ciudad. Allí había cinco pinos, separados entre sí a una buena distancia. Los vecinos utilizaban estos árboles para citarse, y quedaban a una hora o a otra en el primer pino, en el segundo, o en el tercero, igual que hoy en día se queda en la puerta de FNAC o en la esquina del edificio de Metrópolis. El problema era cuando se citaban en el quinto, que era casi como quedar en las afueras de Madrid.
Como nota final, destacamos que Google Maps también se aventura a ubicar el quinto pino en sus mapas, un restaurante de cocina española que podemos encontrar en la calle 24 de New York.