Representantes del Gobierno y de los sindicatos CC.OO. y UGT tienen previsto volver a reunirse este fin de semana para buscar algún principio de acuerdo en las cuatro reformas que están en marcha: pensiones, negociación colectiva, políticas activas de empleo y laboral.
Estas negociaciones se están desarrollando contrarreloj y bajo la amenaza de los sindicatos de convocar otra huelga general. Las prisas se deben a que, en el caso de la reforma de las pensiones, el propio presidente del Gobierno dijo hace unas semanas que, con acuerdo o sin él, el Consejo de Ministros del día 28 de este mes aprobará un anteproyecto de ley. Además, los mercados y organismos internacionales están pendientes de cómo lleva a cabo estas reformas nuestro país.
Por su parte, CC.OO. y UGT insisten en que si el Ejecutivo mantiene su propuesta de retrasar la edad legal de jubilación de los 65 a los 67 años convocarán otro paro.
Dos equipos negociadores
Portavoces de las dos partes negociadoras no pudieron concretar ayer a este periódico ni cuándo se celebrarán las reuniones durante este fin de semana ni quiénes participarán en ellas. Desde los sindicatos no descartaron que en alguno de los encuentros pudieran participar sus secretarios generales, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez. Estos se sentarían junto al ministro de Trabajo, Valeriano Gómez.
Sin embargo, lo más probable es que sigan negociando los equipos habituales, encabezados por la secretaria de Estado de Empleo, Mari Luz Rodríguez, y el secretario de Estado de Seguridad Social, Octavio Granado; enfrente, los secretarios de acción sindical de CC.OO., Ramón Górriz, y de UGT, Toni Ferrer.
Lo que no está previsto es que vuelva a repetirse, de momento, la reunión del pasado día 19 de diciembre, en La Moncloa, entre Rodríguez Zapatero, Gómez, Toxo y Méndez. Este encuentro fue un ejemplo más de las prisas que tiene el presidente del Gobierno por acelerar las reformas para, entre otras, intentar calmar a los mercados y evitar que sigan castigando la colocación de deuda y la marca España.
De momento, las negociaciones sobre la reforma de las pensiones, que es la que antes ha de cerrarse, no han servido para acercar posturas. A los sindicatos no les basta con que la ampliación de la edad de jubilación a los 67 años se haga de forma progresiva entre 2013 y 2025 o 2027. Quieren que se elimine este supuesto y no admiten «medias tintas». «El mensaje de flexibilidad no vale, ya que el planteamiento sigue siendo el mismo», declaró Toni Ferrer. Además, CC.OO. y UGT no están dispuestos a ceder un ápice después de que el Gobierno haya congelado las pensiones.
Márgenes amplios
En cualquier caso, distintas fuentes no descartan que a última hora se pueda llegar a algún acuerdo porque, entre otras cuestiones, las recomendaciones del Pacto de Toledo aprobadas a finales de diciembre son lo suficientemente vagas y amplias como para que tenga cabida cualquier propuesta. También hay que subrayar que sea cual sea el acuerdo entre Gobierno y sindicatos, el anteproyecto de ley de pensiones tiene que ser debatido en el Congreso de los Diputados a partir de febrero, por lo que es difícil que se apruebe y entre en vigor antes del verano próximo.
