Dicen las lenguas viperinas que la FIFA tuvo que avisar a Mourinho que había ganado el premio a mejor entrenador del mundo y que solo entonces cogió un avión, de prisa y corriendo, para llegar a Zurich. Tan apresurado fue que no llegó a la rueda de prensa previa a la entrega de premios. Allí estaban Del Bosque y Pep Guardiola y la silla de Mou vacía. El entrenador madridista viajó en un avión particular junto a Iker Casillas y Cristiano Ronaldo y en la misma escalerilla del avión el rumor de que él iba a ser el elegido ya había recorrido los pasillos del fútbol mundial.
En la gala, cuando fue presentado el once oficial de la FIFA, se vio que Mourinho, al contrario de lo que se va diciendo por ahí, tiene corazón y alma. Sucedió que el micrófono fue pasando de mano en mano de los elegidos para el once ideal. Cuando llegó a Sneijder, el holandés tuvo palabras para su mujer (la nueva) y también para Mourinho: «Es el mejor entrenador del mundo y creo que este es el mejor momento para decirlo en público». Justo en ese momento a José Mourinho, el ogro, el antipático, el odiado por medio mundo, se le pusieron los ojos vidriosos, acuosos, una lluvia en los lagrimales, a punto de romper a llorar.
Después llegó el momento cumbre cuando del sobrecito salió el nombre de José Mourinho como mejor entrenador del mundo en el año 2010. Se premiaba así el triplete que había conseguido con el Inter (Liga italiana, Copa y Liga de Campeones), pero también la gran influencia que el entrenador portugués ha tenido en la formación y comportamiento de su equipo.
Nada más decir su nombre, Mou se fue a la fila de jugadores y abrazó a Maicon, Lucio, Casillas y, sobre todo, en un largo y cálido abrazo con Sneijder, que le había homenajeado pocos minutos antes. Había ganado con el 35 por ciento de los votos por delante de Del Bosque (33) y Pep (8).
Por encima del Mundial
Mou fue corto y al pie. Salió con rostro serio a recibir el premio y tuvo un recuerdo para... él mismo: «He trabajado mucho para llegar aquí. Este trofeo se lo dedico a todos los jugadores y colaboradores que he tenido tanto en el Inter como en el Real Madrid. También se lo quiero dedicar a todos mis seres queridos. He superado a dos entrenadores fantásticos».
El entrenador portugués había confesado a sus íntimos en los días anteriores a la entrega del trofeo que «si no me lo dan este año después de todo lo que he ganado ya no me lo van a dar nunca». En realidad, Mourinho siempre ha criticado que en un año del Mundial los premios y reconocimientos se los llevaran siempre los jugadores y técnicos que habían brillado en dicha cita, como si el resto del año no existiese. Esta vez, la FIFA premió el año en curso pues Mourinho no solo ganó el triplete en curso sino que con el Madrid sigue vivo en todas las competiciones que inició esta temporada con el equipo blanco. Tanto Del Bosque como Guardiola encajaron la derrota con deportividad. Pep dijo que «el mejor premio de 2010 es haber entrenado a los jugadores del Barcelona» mientras que Vicente dijo que «Mou lo ha merecido».
