«Especialista Rinoplastia. Madrid Cirujano Plástico»; «Nariz. Modelación de la nariz sin cirugía 1ª consulta gratuita ¡Infórmate!»; «Rinoplastia Diagnóstico Profesional Gratuito de Expertos Médicos y Cirujanos»...
Son anuncios automáticos de Google. Alojados, todos ellos, tras las informaciones referidas a la vuelta de la portavoz del PP en el Congreso de los Diputados, Soraya Sáenz de Santamaría, tras su accidente en Formigal.
ABC
La noticia recogida en tres medios diferentes, con los anuncios relacionados de Google
La nariz rota de la política popular se convirtió hace 10 días en «Trending Topic» (términos más comunes en las conversaciones de Twitter) de la red social de microblogging.
Entonces, las conversaciones en torno al asunto no se preocupaban en exceso del estado de salud de la accidentada, sino que estuvieron animadas por la hipótesis de que Soraya Sáenz de Santamaría hubiera utilizado como excusa el accidente para acometer un supuesto arreglo voluntario de su nariz.
Por supuesto ningún medio de comunicación se hizo eco del rumor que había hecho tan popular la nariz de la portavoz del PP. Quedó, como quedan muchas otras cosas que suceden sólo en internet, en un clamoroso «run-run»de la malicia popular escrita.
La reaparición, el pasado día 14, de la política vallisoletana en su escaño en el Congreso fue noticia en la práctica totalidad de las ediciones digitales de los periódicos españoles. Todos destacaban la recuperación de Saénz de Santamaría tras el accidente y hacían mención a la escasez de secuelas. Apenas una ligera sombra bajo sus ojos atestiguaba el accidente.
Tampoco esta vez ningún medio de comunicación serio entró al trapo agitado por las masas en Twitter. Al menos de forma directa.
Lo curioso es que en todas las informaciones consultadas, sólo la palabra «Nariz» tiene relación con los anuncios que se sirven. Cabe aclarar que los «Ads» de Google se sirven de un robot que «lee» el contenido de la información y ofrece servicios relacionados con la misma.
Sin embargo todos ellos, en todos los portales, alimentan las sospechas de los internautas. Todos, sin excepción, ofrecen soluciones de cirugía plástica nasal. A Google, parece ser, lo carga el diablo.
