Aeropuertos y Navegación Aérea (Aena) cambió el pasado 25 de agosto el procedimiento de aproximación instrumental del aeropuerto de Lanzarote para reforzar la seguridad. Desde ese día, los aviones tenían que hacer una maniobra distinta para aterrizar en Guacimeta.
Según reconocía el presidente de Aena, Juan Ignacio Lema, en una carta dirigida al presidente del Cabildo de Lanzarote a finales del mes de noviembre, ese cambio para incrementar el nivel de seguridad del aeropuerto se había hecho «con el mínimo impacto en la operativa de sus clientes». Durante cuatro meses, ese mínimo impacto parece que se logró, puesto que se desviaron a otros aeropuertos tan solo cuatro operaciones, pero con la llegada del diciembre y el viento del sur, que obliga a aterrizar desde el norte, el aeropuerto vivió dos jornadas caóticas, que dieron como resultado más de cincuenta vuelos desviados a Fuerteventura y Gran Canaria, con las consiguientes quejas en cadena de los usuarios, los empresarios turísticos y las administraciones a las que siguieron las advertencias de las líneas aéreas de suspender sus vuelos hacia la isla.
En saco roto Los controladores habían advertido de que el cambio podría provocar estos trastornos, pero Aena desestimó su impacto
La reacción de las patronales fue la de exigir una reunión con Aena, y al final se acabaron convocando dos: una que se llevó a cabo la semana pasada en el Cabildo de Lanzarote, con el presidente del Gobierno de Canarias, los ayuntamientos, los empresarios y las líneas aéreas y otra, convocada por el PSOE para este martes en Madrid entre el director de Aena y los representantes empresariales. De la primera reunión salió el compromiso del Gobierno de Canarias de acordar y elevar al Gobierno central la petición de cambiar la maniobra de aproximación, instalar un sistema de aproximación también en la cabecera norte y reclamar celeridad para la ampliación de la pista.
Aena se ha comprometido a cambiar de nuevo ese procedimiento de aproximación, que ya cambió hace cinco meses y que quizá si hubiera hecho caso a la delegación en Canarias de la Asociación Profesional de Controladores de Tránsito Aéreo (Aprocta), no le hubiera hecho falta rectificar. Esta asociación entregó al director de Aena en Canarias el 23 de agosto, tres días antes de que se pusiera en marcha el nuevo procedimiento, un documento con las posibles consecuencias del cambio. Algunas aerolíneas también indicaron su preocupación por ese cambio y, sin embargo, el director de Aena, restó importancia al cambio en su carta al presidente del Cabildo.
El cambio, aunque se va a hacer mediante un procedimiento excepcional, no estará operativo antes de tres meses, como mínimo, así que cada vez que haya tiempo del sur en la isla, los aviones tendrán que desviarse a Fuerteventura, los turistas sufrirán de nuevo esas molestias y las compañías aéreas tendrán que pagar tasas en dos aeropuertos.
Por otra parte, el cambio en la aproximación no es el único que va a experimentar el aeropuerto en los próximos meses. EasyJet deja su conexión diaria con Madrid e Iberia dejará de operar en Guacimeta, cambiando sus vuelos por la compañía Vueling. También a partir de finales de marzo entran nuevas rutas de Ryanair con aeropuertos ingleses y con ciudades como Valladolid y Santander. Además habrá operaciones desde las siete y hasta las dos de la mañana, con lo cual el aeropuerto tan solo cerrará en la práctica de tres a cinco de la madrugada. Estos cambios se hacen por la petición de la compañía Ryanair, que de momento es la única que se ha interesado en ocupar esa franja horaria y que, por otra parte, ya vendía los billetes en su web con ese horario antes de que Aena confirmara que el aeropuerto iba a abrir de noche. Los dos ayuntamientos con núcleos de población cercanos al aeropuerto, Tías y San Bartolomé, ya han dicho que van a solicitar que se haga un estudio del impacto del ruido sobre las viviendas y se tomen las medidas necesarias de insonorización.
Finalmente, la última reivindicación que quizá se pueda aclarar esta semana es la petición de ampliación de la pista hacia el mar. Aena tendrá que decidir si opta por esa solución, por otra o por ninguna y elabora el estudio de impacto ambiental. En todo caso esa inversión deberá estar reflejada en el Plan Director del aeropuerto, que tenía que haber estado terminado en el año 2008 y que se entregará «en breve», según señaló esta semana el director de Guacimeta, Dionisio Canomanuel.
