La botella de leche blanca se puede ver medio vacía o medio llena. Depende del espíritu de cada uno. El carácter de José Mourinho es optimista. Ganador. Piensa que las tres competiciones están a tiro.
Escucha que el Real Madrid sufre para sacar los partidos porque juega físicamente al límite y responde con datos positivos: «Nos cuesta ganar porque hemos disputado dos derbis entre jornada y jornada, con el desgaste emocional que eso significa, y ahora nos toca nada menos que el Sevilla. Serán otras dos semanas difíciles. Tenemos nueve partidos en enero y los vamos superando. Di María, por ejemplo, jugó en el Calderón y tres días después ha vuelto a disputar noventa minutos».
Admite que la clave del triunfo estuvo en la inclusión de Xabi Alonso y de Ozil. Su equipo exige al donostiarra para poder funcionar con cabeza. «Sí, Xabi ha tenido que jugar, pero al menos he podido darle un descanso de cuarenta y cinco minutos, para que llegue más fresco a Sevilla. Ozil también descansó medio tiempo. Algo es algo. Y no jugó Khedira, que está lesionado y que jugará el miércoles». Razonó los cambios de Kaká y Gago: «Les faltan partidos, minutos».







