Un tipo listo este Mourinho. Todo lo que quiere lo consigue. Muchos critican que su locuacidad le perjudica al club y a él, pero todos sus ataques los convierte en contragolpes que le permiten escudarse como víctima. Critica a los árbitros durante medio año hasta que la Federación mete la pata y tiene que pedir disculpas al Real Madrid. Solicita que desea un delantero más y el mero rumor de su posible marcha del club suscita unos comicios populares en el Bernabéu que ruegan su continuidad. La afición está con el portugués.
El público, que es inteligente, no buscó el enfrentamiento. No eligió entre Mourinho y Valdano. No era un plebiscito. Los quiere a los dos, pero bien avenidos. Los seguidores protagonizaron una ovación al escuchar el nombre del técnico al principio del partido. Y las pancartas expresaron el sentimiento que las encuestas a pie de estadio confirmaban. «Ni canalla, ni violento, el Bernabéu, a muerte con Mourinho», decía la más intencionada. El estilo del luso ha radicalizado posturas. O se está con don José o no se está con don José. Nunca pasará desapercibido.
«Unión del madridismo»
Otros mensajes buscaban la conciliación entre el el director general y el preparador: «Por la unión del madridismo», escribía el cartel de la peña La Saeta. Al luso le salió todo bien en el peor partido de sus futbolistas en el Bernabéu. Su equipo acusó el cansancio del derbi, como le sucedió en Almería, pero salvó los muebles. Incluso sus dardos a Benzema dieron resultado. El sábado puso otra vez contra las cuerdas al francés -«solo lleva un gol, menos que Carvalho y Sergio Ramos»- y va Karim y marca. Este portugués es magnífico. El estadio se puso a cantar «Mourinho, Mourinho» cuando Karim abrió el marcador. Todos querríamos ser como él.
ABC le cuestionó sobre las «elecciones» ganadas en el estadio y el entrenador no se apuntó el tanto: «Agradezco las muestras de cariño, pero el público no me aplaude a mi, sino al equipo. Quien está conmigo, está con el equipo». No quiso hablar del fichaje de Van Nistelrooy, cuya negociación persiste.
El técnico del Real Madrid admitió que no ha dialogado con Jorge Valdano de los fichajes de presente y de futuro. «No. Yo con quien “reporto” es con el presidente, Florentino Pérez, y con José Ángel Sánchez».
Silbidos para Benzema
La victoria le permitió destacar una realidad que sobrevive a la polémica que siempre le rodea: «No puedo hablar, porque todo lo que digo se convierte en polémica, pero a estas alturas de la temporada estamos a cuatro puntos del líder de la Liga, en semifinales de la Copa del Rey y en octavos de final de la Liga de Campeones». No mencionó a Benzema, porque marcó un tanto y erró dos. El francés, por cierto, no se marchó muy contento del Bernabéu, porque escuchó algunos silbidos tras fallar dos ocasiones. Y las palabras de Kaká exigiéndole que debe dar más no le gustaron nada. Iker Casillas cogió ese toro por los cuernos. «Hay que dejar tranquilo a Benzema. Se habla todo el día de él. Tiene mucho talento y si le dejan tiempo triunfará, seguro». El guardameta corroboró que el equipo acusa la cuesta de enero: «Nos falta chispa. Son mucho partidos en un mes, pero saldremos adelante».







