El vicepresidente del Gobierno Manuel Chaves aprovechó su visita a Aldaia y Alaquàs —donde promocionó obras del plan E— para asegurar ahora que «no se extraerá petróleo ni gas de la costa valenciana», para no perjudicar a un activo capital de la Comunidad como es el turismo.
En este sentido, defendió que se ha concedido a las empresas permiso para hacer análisis y prospecciones, pero que las extracciones necesitan una declaración de impacto ambiental que no se ha emitido.Una aseveración que sorprendió al conseller de Gobernación, Serafín Castellano, quien pidió a Chaves que, si sus afirmaciones son ciertas, el Gobierno revoque la autorización a las empresas.
Castellano se reunió por la mañana con la delegada del Gobierno, Ana Botella, para intentar desbloquear —sin éxito— los principales conflictos entre el Ejecutivo central y el autonómico. Aunque existe más sintonía que con Ricardo Peralta, a efectos prácticos el relevo no ha supuesto cambios.
Las prospecciones petrolíferas, el mantenimiento del recurso de inconstitucionalidad sobre el plan de reforma de El Cabanyal, el ATC de Zarra, el recurso contra la Ley de Régimen Económico Matrimonial y la falta de comisarías de la policía nacional en localidades como Torrevieja, entre otras cuestiones, siguen sin formar parte del diálogo entre las dos administraciones.
Sí parece haberse producido un giro en el Gobierno en cuanto a las terrazas de playa para garantizar su continuidad, así como en la constitución del observatorio de seguridad autonómico y en el desarrollo del proyecto de Zapadores. Es lo único que podría avanzar en los cuatro meses de legislatura autonómica.






