En la magistral película de Ernest Lubitchts, Ser o no ser (To be or not to be), cuando el supuesto gran actor, Joseph Tura (Jack Benny) en el climax de su interpretación de Hamlet, en el momento cumbre de la obra, mientras pronuncia las inmortales palabras de Shakespeare, en cada representación, cuando el monólogo es el escenario de la fama, de la admiración y del respeto, ocurre que siempre un joven se levanta de su asiento, molestando al resto de los espectadores de su fila y, misteriosamente, desaparece de la sala. A Joseph Tura («que hace con Shakespeare lo que Hitler con Polonia» según el comandante nazi) le turba esa habitual salida y el monólogo no es el mismo, porque Tura sospecha, no sin razón, que el heroico aviador polaco (un jovencísimo Robert Stack) se dirige al camerino de la señora Tura (la indiscutible Carole Lombard). En el Madrid, nada es lo mismo tras la llegada de Adebayor. Nadie sabe que nadie es lo que parece. Pero, tras la llegada del delantero togolés, en todos los ámbitos del Madrid se han asumido riesgos inflamables. La afición, los que llaman madridistas de a pie (supongo que los otros irán sentados) están con Mourinho; el director general queda tocado; el director deportivo, desaparecido, el presidente buscando el equilibrio entre tantos «egos revueltos» (Juan Cruz). Pero, ¿quién es el Joseph Tura de esta historia? Uno supone que hasta el final de la temporada, de ir las cosas moderadamente bien, no se sabrá la solución. Pero de lo que no hay duda es de que el único ganador aquí es el aviador polaco. Quien tenga las claves que las cuente.






