Malos augurios para Novacaixagalicia a la vista de las nuevas exigencias de capitalización anunciadas hace siete días por el Ministerio de Economía. Al menos así lo entiende el presidente del Consello Galego de Colexios de Economistas, Roberto Pereira, que mostró su convencimiento de que la caja gallega se dirige hacia su conversión en un banco. El germen de este proceso reformador del sistema financiero está, a su juicio, en la decisión de La Caixa de bancarizarse a través de la marca Caixabank, un movimiento «que incide de manera notable en el mercado» y «da pistas al resto de cajas de ahorros españolas sobre la dirección que tienen que tomar».
«El paso que ha dado La Caixa está marcando la senda», valoró Pereira, para quien «lo que ocurra a partir de ahora» en el sector será consecuencia de las «posibilidades o limitaciones» del resto de entidades para ver «de qué forma pueden copiar ese modelo que ha impulsado la caja catalana». Además, la subida en Bolsa de Criteria es «un refrendo» que muestra el beneplácito del mercado a la bancarización, informa Ep.
En el contexto gallego, recordó que la ley autonómica «establece la posibilidad» de hacer una operación para trasladar el negocio de una caja a un banco y gestionarlo a través de una fundación. «Este sería uno de los mecanismos que podría utilizar la caja gallega», indicó y ha mencionado el caso del Banco Pastor, que recurrió a una operación similar «con mucha antelación» y es «controlado» a través de la Fundación Pedro Barrié de la Maza.
Uno de los principales puntos de atención en un escenario de este tipo, expuso Pereira, sería la cantidad de acciones que controle esa fundación. En el caso de la Caixa, resaltó, la corporación controlará el 80% del banco. «Si las posibilidades de la caja gallega estuviesen próximas a ese porcentaje, sería fantástico», afirmó.
Ayer volvió a pronunciarse el presidente de la Xunta, un Alberto Núñez Feijóo que aprovechó una entrevista radiofónica para aseverar que «Galicia no entiende ni entenderá la improvisación histórica de cambiar en semanas todo el sistema financiero de España». «Con este tipo de cuestiones no se puede jugar», afirmó Feijóo, «no se puede jugar ni con la gente, ni con los trabajadores, ni con los depositarios ni con las comunidades autónomas», y previno contra los «efectos adversos» de este bandazo gubernamental. «Todo lo que hicimos hasta ahora, siguiendo indicaciones del Banco de España no vale», lamentó, «y se inicia un nuevo contexto, sin saber qué quiere el Gobierno».