El «Niño» de Fuenlabrada ha escrito su nombre con oro blanco en los últimos tiempos por destacar en situaciones que han dado la vuelta al mundo. Y no sólo se inscriben los hechos que ha protagonizado al planeta fútbol, pues Fernando Torres ha trascendido a otros ámbitos tanto por su gol ante Alemania que dio una Eurocopa a España, como por conquistar con la Roja el Mundial de fútbol y el pasado lunes por los 58 millones de euros que pagó Roman Abramovich, propietario del Chelsea, al Liverpool. Con la que está cayendo económicamente en el mundo, y después de lo que supusieron los casi cien millones de euros pagados por Cristiano Ronaldo, el traspaso del delantero madrileño ha retumbado en todos los ámbitos y ha sido objeto de debate. Con todo, los casi diez mil millones de las antiguas pesetas han convertido a Torres en el jugador español por el que se ha efectuado la mayor transferencia de la historia.
Torres, que hoy debutará muy probablemente en su nuevo estadio —Stamford Bridge de Londres— frente al Liverpool —los «reds» pagaron 36 millones de euros al Atlético de Madrid por Fernando— con la elástica «blue» y el «9» en la espalda, abandera el ránking de traspasos de futbolistas nacionales en la historia. Al futbolista madrileño le sigue Gaizka Mendieta, por quien la Lazio pagó 48 millones de euros; David Villa, que costó 40 millones al Barcelona; el media punta canario David Silva que se fue al Manchester City por 33 kilos; y Xabi Alonso, por quien el Real Madrid desembolsó 30 millones. Estos serían los cinco futbolistas españoles por los que más dinero se ha pagado y les seguirían otros como Sergio Ramos, Joaquín Sánchez, Gerard López, José Mari o Javier Farinós. No deja de ser destacable el hecho de que seis de los diez futbolistas nacionales que supusieron los mayores traspasos salieron o entraron en el mismo club, el Valencia.
Llorente, el negociador
El propio Fernando Torres ha estado colocado en dos ocasiones en los puestos nobles del ránking de transacciones futbolísticas. Ya tomó una buena posición en 2007 cuando el Atlético de Madrid ingresó 36 millones de euros para que «El Niño» pusiese rumbo a la ciudad de «The Beatles», para formar parte de la colonia de españoles que componían el Liverpool de Benítez. Hoy lidera la lista con 58 millones y un traspaso histórico. Fernando Torres ha generado en traspasos un total de 94 millones de euros, precisamente los mismo que el Madrid pagó por Cristiano al United.
Los tres futbolistas que siguen a Torres en este ránking son Mendieta, Villa y Silva. Todos ellos salieron del Valencia y se marcharon a la Lazio —por 48 millones—, el Barcelona —por 40 millones— y el Manchester City por 33 millones—, respectivamente. La particularidad va más allá, porque, aunque en diferentes etapas entre el primero y el asturiano y el canario, todas las operaciones las negoció en favor económico del club de Mestalla Manuel Llorente —actual presidente de la entidad «che»—.
Mendieta fue traspasado en 2001 al equipo italiano después de que el Valencia cayese derrotado en su segunda final consecutiva de «Champions». Tras la mortífera tanda de penaltis ante el Bayern, Mendieta pidió salir. Presionó al club para marcharse al Real Madrid. Pero los blancos pagaban menos que los laciales, además de que la entidad valenciana tomó la postura de no reforzar al Madrid. Llorente, entonces consejero delegado, vendió a Gaizka por cerca de ocho mil millones de las antiguas pesetas. El pago fraccionado acabó en los tribunales, pues el Valencia sólo pudo cobrar 30. El resto se solventó con las llegadas de Fiore y Corradi.
Villa, al Barça
Poco tuvieron que ver las salidas de Villa y Silva del Valencia. Llorente, que recogió la herencia destructiva de la deplorable gestión de Juan Soler, no tuvo más opción que dar salida a dos futbolistas que se encaminaban al Mundial de Sudáfrica, del que salieron campeones. Los 73 millones eran vitales para la caja valencianista. El quinto jugador español más caro en la historia fue Xabi Alonso. El Madrid buscaba en el verano de 2009 un cerebro para su centro del campo.
El objetivo, el jugador idóneo, era el centrocampista del Liverpool, por el que el equipo madridista invirtió 30 millones de euros. La operación no fue fácil, pues a priori el club «red» no quería dejar escapar a Alonso por menos de 35 millones. Otros grandes traspasos de jugadores nacionales fueron los de Sergio Ramos (del Sevilla al Madrid) por 27 millones; Joaquín (del Betis al Valencia) por 25; Gerard López (del Valencia al Barcelona) por 19,4; José Mari (del Atlético al Milán) por 19,2; o Farinós (del Valencia al Inter) por 18,5 millones.
