CatalunyaCaixa ha aplazado la decisión de pagar bonus a sus directivos correspondientes al segundo semestre de 2010. El día después de que Caja Madrid eliminara unos bonus de 25 millones para su alta dirección, el consejo de administración de la caja catalana se reunió en sesión ordinaria y decidió frenar —por acción o por omisión, porque fuentes de la entidad aseguraron que ni se trató el asunto— el pago de unos incentivos cifrados en 800.000 euros y condenados al escarnio. Porque que la entidad ha solicitado ayudas al FROB, se halla abocada a la bancarización —su capital básico es del 6,6%—y ha hecho ajustes de plantilla.
«No se ha hablado de bonus», insistían fuentes de la entidad, que también añadían que el plan de retribución variable se aplica a todos los trabajadores, no sólo a directivos, más sin cifrar en qué proporción.
Lo que sí comunicó la entidad es que su consejo de administración aprobó ayer iniciar el proceso para reforzar su capitalización mediante la creación de un banco.
Además, el presidente de CatalunyaCaixa, Fernando Casado, presentó su anunciada dimisión. «No tiene relación con mi retribución», señaló Casado según un comunicado de la entidad, aunque se atribuye su marcha a discrepancias salariales. Su sustituto provisional será el hasta ayer vicepresidente primero, Manel Rosell.
