El Consejo de Ministros autorizó ayer a la Generalitat a emitir deuda por un importe máximo de 142 millones de euros en el primer semestre del ejercicio. Una cantidad trece veces inferior a la admitida por el Ejecutivo para Cataluña y que servirá para cubrir amortizaciones ordinarias. Precisamente ayer, el Consell presentó el cierre del ejercicio presupuestario de 2010, marcado por un déficit de 379,9 millones de euros, que representa el 2,38 por ciento del presupuesto definitivo, que quedó situado en 15.914 millones de euros. La desviación deja a la Comunidad al límite del cumplimiento del objetivo de estabilidad, situado por el Gobierno central en el 2,4%.
La inclusión de los datos de las empresas públicas elevarán esta cifra ligeramente, lo que obligará al Consell a «reforzar» las medidas de su plan de reequilibrio financiero, lo que se concretaría en un aumento de las iniciativas de recorte de gasto, ya que, según el vicepresidente segundo del Consell, «no tenemos aun necesidad de incrementar los ingresos».
Los gastos no financieros se redujeron en 558,1 millones de euros, lo que significa, según el conseller, que «se ha quebrado la tendencia histórica al alza de la obligaciones reconocidas al cierre del ejercicio».
La Generalitat prevé un endeudamiento global este año que quedará en el entorno de los 1.188 millones de euros, según aprobó ayer el Instituto Valenciano de Fianzas (IVF).
Torres de Calatrava
A pesar del déficit financiero, el Consell ha asegurado el pago a sus más de 23.000 proveedores. En ese sentido, la Generalitat ya ha consignado los 1.500 millones captados a finales del pasado año merced a la emisión de deuda minorista. En el marco de medidas económicas previstas por el Ejecutivo autónómico, Gerardo Camps también anunció que antes de que acabe el presente ejercicio el Gobierno valenciano sacará a subasta el terreno donde estaba previsto construir las torres diseñadas por el arquitecto Santiago Calatrava y el proyecto de los edificios.
Camps explicó que la Generalitat ha decidido sacar a subasta el proyecto, por el que se pagó 2,5 millones de euros, junto con los terrenos para evitar que se «rompa» el entorno de la Ciudad de las Artes y las Ciencias.
La venta de este solar próximo al complejo cultural y de ocio se enmarca en el plan de optimización del patrimonio de la Generalitat aprobado por el Consell en el marco de los presupuestos para 2011, y que incluía a otros doce solares y cuatro edificios, por los que esperaban obtener unos ingresos de 393 millones de euros.






