Con rojos, blancos y negros —colores que hablan de pasiones, de sentimientos, de vida y de mundos interiores—, Violeta Caldrés construye en el Tenerife Espacio de las Artes (TEA) su discurso creativo, un alegato artístico que trata de llamar la atención sobre la idea de que otro mundo es posible, a la vez que lanza una reflexión sobre las relaciones de pareja entre hombres y mujeres de países árabes y occidentales. «“Halal love Haram” —título de la exposición— muestra la relación entre Oriente y Occidente desde un punto de vista que afecta a la parte más humana e íntima de dos culturas tan diferentes pero tan parecidas al mismo tiempo», explica la propia artista sobre este proyecto que forma parte de «Arterias visuales», iniciativa que ha convertido una de las salas de exposiciones del recinto cultural en lugar para el diálogo, para el trabajo y para la contemplación de la obra en proceso.
«Halal love Haram» ofrece «una visión diferente de cómo es la unión de estas dos culturas, entre sus hombres y sus mujeres, una mirada distinta a la que muchas veces se presenta en los medios de comunicación, en las películas o en las novelas, en las que se cuentan las trágicas realidades de mujeres que se enamoran de musulmanes que les hacen la vida imposible». Para ello, trata de dar «una visión positiva y sobre todo posible de estas relaciones de pareja».