Tirando a dar. Y dio en el blanco. O en el azul y el grana. Mourinho elogió el rendimiento del Real Madrid sin Cristiano y realizó una comparación con el Barcelona que buscaba el ataque directo. Resucitó el beneficio arbitral que disfruta el líder. Lo razonó con argumentos. Y volvió a encender la polémica. No da puntada sin hilo. Pasen y lean:
«No doy la Liga por perdida. Yo hago mi Liga, pero todos sabemos lo que pasa con el Real Madrid... Nosotros vencemos cuando jugamos al máximo, cuando mostramos todos nuestros detalles, pero si no jugamos bien no ganamos. El Barcelona vence cuando juega bien... y cuando pasa dificultades también gana, por “esto, por aquello o por lo otro”... En Valencia pudo empatar y ganó por “diversas circunstancias”. Y ante el Zaragoza venció y jugó con once cuando debió jugar con diez durante buena parte del encuentro».
Milito, como De Jong
La andanada era una acusación al colegiado del Barcelona-Zaragoza, que no se atrevió a expulsar a Milito por esa violenta entrada que emuló a la que el holandés De Jong dio a Xabi Alonso en la final del Mundial.
La acusación respeto al diferente trato arbitral dejó en segundo plano sus elogios al fútbol de Granero, Di María, Ozil, Benzema y Adebayor. No quiso afirmar que el Real Madrid jugó más como equipo, cuando ABC le cuestionó que Cristiano genera individualismo. Explicó que cambió de táctica y eliminó el doble pivote para sacar el mayor jugo al Pirata. «El sistema se ha hecho a las características de Granero. Ya esperaba que funcionara así de bien. Y esperaba que Di María estuviera cómodo en esa posición, como un terer punta real. Jugamos bien, muy compactos. Hicimos un primer tiempo que debería haber terminado con el partido. En el segundo, en una reacción normal del rival, un gol les dio vida, pero otra vez el equipo tuvo una buena reacción, Karim y Adebayor han hecho lo que el equipo necesitaba. Al jugar por las bandas, sabía que estaríamos cómodos para hacer fútbol. Hemos tenido grandes oportunidades, balones al palo y el adversario sintió que tendría pocas posibilidades. Estuvimos muy tranquilos en el campo».
Argumentó su discusión con Marcelo, al que culpó del penalti que paró Casillas: «Perdió un balón y nos costó el penalti. Le dije que hay que jugar serio, porque si no contáramos con dos goles de ventaja podría haber supuesto el empate. Marcelo me contestó que él siempre juega serio». Más seria es la polémica arbitral.






