L. M. ONTOSO
MADRID
El tiempo transcurre para un sector en el que la disponibilidad es uno de los principales motores. El presidente de la Federación Española de Agencias de Viajes, Rafael Gallego, ha advertido, en declaraciones a ABC, de que el Gobierno tiene 72 horas para evitar las movilizaciones. Si no, los operadores turísticos extranjeros empezarán a desviar reservas a países como Grecia y Turquía, una situación que sólo en Semana Santa podría suponer la pérdida de más de 200 millones. «Las agencias de viajes no pueden improvisar a la hora de solicitar plazas y, por tanto, no tardarán en buscar alternativas», aseguró Gallego.
Pese a que cada día que se retrasa la solución pesa como una losa en el sector turístico, la primera reunión para impedir la huelga de 22 días convocada en los aeropuertos españoles se saldó con la primera muestra de descontento por parte de CC.OO., UGT y USO, que, ajenos al optimismo del Ejecutivo, calificaron la toma de contacto de «decepcionante».
Al mediodía, los representantes de los trabajadores se arremolinaban en la salida de la sede de AENA. Algunos lucían una pegatina en la que se podía leer «¡No a la privatización!». El portavoz de UGT, Raúl Gómez, resumió con una escueta frase el clima de la mesa de diálogo. «A nuestras propuestas planteadas han dicho que no». Los sindicatos esperaban además, la asistencia de algún responsable de Fomento. Pero no hubo noticia del gabinete de Blanco y, para mayor escarnio de los sindicatos, Juan Ignacio Lema, presidente de AENA, se marchó tras una aparición fugaz.
Continuidad del empleo
El director de aeropuertos de AENA, Javier Marín, matizaba ayer los reproches de los trabajadores. Hay «elementos de fondo» para lograr el acuerdo, ya que «los puntos básicos están resueltos». Las fricciones no proceden del convenio colectivo de aquellos trabajadores que asuma AENA Aeropuertos, cuyas condiciones serán las mismas que las que tenían en la empresa pública. Los temores de los convocantes se ciñen a la situación de aquellos que se transfieran a las empresas concesionarias.
Al término del encuentro, los representantes del gestor distribuyeron un borrador con sus propuestas, entre las que se encuentran la garantía de mantener las condiciones de trabajo recogidas en el vigente convenio a los empleados que pasen a concesionarias y obliga a las empresas a no modificar las plantillas. Fuentes sindicales señalaron que es el mismo documento presentado en febrero, cuando se rompió la mesa negociadora, por lo que se interpreta como un gesto del Gobierno para «aparentar» que acudió con «algo nuevo». Las organizaciones sólo retrocederán, añaden, si se responde a sus exigencias de paralizar el proceso de liberalización «al 100% de algunos aeropuertos».
