Rifca Stanescu, una joven ama de casa rumana, podrá al fin ver inscrito su nombre en el Libro Guinness de los Récords —y cumplido su sueño— ligado a una insólita marca: ser la abuela más joven del mundo.
Rifca se casó con solo once años con Lionel Laiu, de trece; un año después, ambos tuvieron a su primera hija, María, que en 2009 superó la precocidad de su progenitora al ser madre con solo once años. Este acontecimiento convirtió a Rifca Stanescu, que entonces tenía veintitrés primaveras, en la abuela más joven del mundo.
La abuela más joven conocida hasta la fecha era una chica de veintiséis años nacida en Rotherham; su hija dio a luz en 1999, cuando tenía doce. Encontramos la historia de Rifca Stanescu en uno de nuestros paseos por la blogosfera —un ejercicio muy saludable—, en el blog PlanetaCurioso.com.







