Guardadas en las bóvedas de la Filmoteca de la Universidad de México. Allí han estado «escondidas» durante años alrededor de 30 películas descubiertas en el sótano de un viejo cine de la capital azteca y en mercados de antigüedades.
Se trata de cintas pertentencientes al género del cine porno y mudo, que se exhibían en burdeles clandestinos y casas de citas donde se ejercía la prostitución a una clientela muy selecta.
Según publica el diario «Infobae.com», en el listado de películas destacan títulos como «Las muchachas», «El sueño de Fray Vergazo», «Las lesbianas calientes», «Chema y Juana» y «Tortillas calientes».
De muchas de ellas no se conoce ni la fecha de grabación, ni el director ni el elenco de actores. Algunas fueron firmadas con seudónimos con doble sentido.
El rodaje y proyección del cine pornográfico en México coincide, en muchos casos, con el movimiento cristiano en el país (1926-29), en el cual se enfrentaron en una guerra la Iglesia y el Gobierno.
«La efervescencia religiosa estaba en su apogeo», explica Rafael Aviña, que se refiere a estas películas en su flamante libro «Filmoteca de la UNAM: 50 años».
Este experto añade además que «todo el cine popular es la mayor representación de la cultura y el cine porno también es parte de esta manifestación».
