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La bailarina rusa Irina Kolesnikova en el papel de Giselle.
Los amantes de la danza tienen una cita a partir de las ocho y media de esta noche con una de las compañías referente del ballet clásico ruso, el Teatro Ballet de San Petersburgo, que presenta en la Sala Sinfónica del Auditorio de Tenerife Adán Martín el ballet Giselle, de Adolphe Adam, el ballet romántico por excelencia y una de las piezas clave del repertorio. La compañía, que estará liderada en escena por la gran bailarina Irina Kolesnikova, ha recorrido los cinco continentes con gran éxito de público y crítica.
Obra maestra absoluta del teatro de la danza del Romanticismo, Giselle fue estrenada en 1841 en la Ópera de París, constituyéndose en pieza pura y fundamental de la danza clásica, tanto por el tratamiento de los ideales románticos como por el empleo de la más refinada técnica teatral del siglo XIX. Es un ballet en dos actos con música de Adolphe Adam, coreografía de Jules Perrot y Jean Coralli y libreto de Théophile Gautier y Jules-Henri Vernoy, basado en la obra De l'Allemagne (1835) de Heinrich Heine.
El papel de Giselle, una joven e inocente campesina que se enamora de Albrecht, un joven noble que se hace pasar por aldeano para conseguir su amor, recae sobre la aclamada bailarina Irina Kolesnikova, quien ha sido aclamada como una auténtica estrella allí dónde ha actuado y de quien la crítica ha asegurado que es capaz de competir en la maestría y arte con cualquier estrella de los teatros Bolshoi o Mariinski.
