La plaza de Antonio Vega es apenas un triángulo diminuto entre la corredera alta de San Pablo y las calles Velarde y Fuencarral. Muy cerquita del «Penta», donde pasó tantas noches. Su familia, sus amigos, y muchos madrileños anónimos que pasaban por allí se quedaron hoy, bajo la lluvia, rindiéndole homenaje. Su madre, Mari Luz, sus hermanos Cristina, Laura y Carlos, su primo Nacho -que cantó con el resto de su formación, Nacha Pop-, amigos como Miguel Ríos...todos quisieron ver la placa que, desde ahora, lleva su nombre en el barrio de Malasaña.
Los tres grupos políticos del Ayuntamiento se pusieron de acuerdo, por una vez: el cantante, símbolo de toda una generación, fallecido el 12 de mayo de 2009, se ha hecho un lugar en el callejero de la ciudad. Una plazuela que «queremos que se convierta en el auténtico "sitio de nuestro recreo" y sea el "sitio al que nos llevó la imaginación, donde con los ojos cerrados se divisan infinitos campos. Donde se creó la primera luz junto a la semilla de cielo azul"», indicó el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, tomando prestadas frases de algunas de las canciones más populares de Antonio Vega. Seguro que a él le hubiera gustado esta placita tranquila y discreta.