El Ayuntamiento de Barcelona quiere prohibir la circulación de los coches de más de diez años con objeto de reducir la contaminación. La capital catalana, cuyo pleno municipal aprobará el viernes su Plan de Energía 2011-2020, instará al Gobierno a sacar adelante una nueva regulación de la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) que incorpore un filtro adicional de carácter ambiental: si ahora solo se tienen en cuenta las emisiones de CO2 (efecto invernadero), Barcelona quiere que se fije también un límite para los óxidos de nitrógeno (NOx) y para las partículas de menos de 10 micras (PM10), perjudiciales para la salud y con unas tasas en el caso de Barcelona y Madrid por encima de lo que fija la UE.
Según el Ayuntamiento, la edad media del parque móvil de la ciudad es de cinco años, diez en el caso de las llamadas flotas cautivas (transporte de mercancías y pasajeros), y se estima que sólo un 3% de estos últimos generan el 12% del total de emisiones contaminantes. El objetivo es pues sacar de la calle a los más contaminantes.
Aunque por la mañana la responsable de Medio Ambiente de Barcelona, Imma Mayol (ICV), dio a entender que el municipio consideraba vetar la circulación de estos vehículos, por aproximación aquellos de más de diez años, por la tarde el Ayuntamiento matizó, recordando que una prohibición así sólo puede aprobarse con carácter estatal, y que el criterio no puede ser el de la edad sino el nivel de las emisiones. El Consistorio reclamará, en paralelo al endurecimiento de la ITV, un plan E-Renove de ayuda a la sustitución de coches contaminantes. En el punto de mira, los actuales vehículos diésel, de menor consumo pero los principales emisores de partículas. La oposición municipal descalificó ayer la medida por su carácter «antisocial».
El Plan de Energía de Barcelona —108 medidas y un coste estimado de 688 millones—, propone actuaciones previsibles, como avanzar en la generación de energía solar en cada edificio, y otras que no lo son tanto, como obligar a los taxis vacíos a permanecer inmovilizados en las paradas, o la instalación de mini parques eólicos en las azoteas.