La Liga Profesional vive en crisis y busca la salvación económica. El único camino que le queda es acabar con el fútbol televisado gratuito, protegido por la «Ley Cascos» de 1997. Trece de los veinte clubes de Primera mantienen una huelga los días 2 y 3 de abril con el fin de que el Gobierno les escuche y elimine por fin el partido transmitido en abierto para la temporada 2014-15. El «pagar por ver» todo el campeonato significará unos ingresos extra de 150 millones de euros anuales para la patronal. Fernando Roig, presidente del Villarreal, opina que la cifra puede ascender a 180.
Los clubes quieren percibir también el 2 por ciento de las apuestas «on line», que ahora mismo recaudan 300 millones. Y desean gestionar la anarquía de los resúmenes televisados de los goles. Ahora mismo se ofrecen programas de media hora que dan todos los tantos y no aportan dinero a la Liga. Son revendidos por Mediapro, el dueño de los derechos televisivos. Los presidentes desean conceder un máximo de noventa segundos para los informativos y vender individualmente el programa con goles. Podrían recaudar 35 millones.
Sería «la salvación»
Todos los equipos están unidos en sus reivindicaciones económicas al Gobierno. La meta la expuso claramente Javier Tebas, ex vicepresidente de la LFP y actual representante del Mallorca: «Este dinero significaría la salvación económica del fútbol». La salida de la crisis.
Ese es el quid de la cuestión. La mala gestión de las entidades y los derroches en fichajes caprichosos llevaron a los equipos a engrosar una deuda que los presidentes reconocen que ronda los 5.000 millones de euros. Ahora recurren a quitar el fútbol gratuito en perjuicio de los jubilados y los menos pudientes en general, con tal de tapar sus desastres. Al final, siempre pagan los mismos y se salvan de la quema los mismos.
Siete piden más dinero
Donde hay división entre los clubes es en el «paro liguero». Siete presidentes de Primera advierten que sus futbolistas «irán a jugar». No entienden cómo puede explicarse a la afición que ellos hacen huelga, después de haber rechazado la de la AFE hace dos meses. Los disidentes son: Sevilla, Villarreal, Athletic, Málaga, Zaragoza, Español y Real Sociedad. Seis de ellos, todos menos el Málaga, han impugnado ante el juez el paro aprobado el pasado 11 de enero y avisan de que «estarán en el campo». Hoy pedirán a la Liga fecha y hora de sus partidos. Y solicitarán a la Federación que designe sus árbitros. Sevilla y Zaragoza se enfrentan entre ellos.
Son seis empresas que forman un frente opositor al Real Madrid y el Barcelona por el reparto del dinero televisivo. Fernando Roig (Villarreal) y José María del Nido (Sevilla) exigen que los dos transatlánticos del balompié nacional no cobren el 34 por ciento de los 596,2 millones que abona la caja tonta. El repartidor es Jaume Roures. El amigo de Mourinho.
140 millones frente a 24
El acuerdo firmado hasta la campaña 2014-15 estipula que Real Madrid y Barcelona recibirán 140 millones por campaña, mientras el Sevilla cobrará 24 y el Villarreal, 25. Del Nido pretende que los dos grandes perciban «entre 30 y 50 millones menos» para hacer un reparto más equitativo.
Con esta guerra latente, el Villarreal y el Athletic han enviado oficialmente «aviso para navegantes». El club castellonense informa al Barcelona que estará en El Madrigal. El Athletic comunica al Almería que viajará. Habrá notarios. La FEF debería sancionar a los no presentados con la pérdida de otros tres puntos, además de los desechados por no asistir. ¿El Barcelona se jugará el título por incomparecencia, como hizo Gaspart en la Copa?






