Esta no es aún la guerra de los checos, pero lo será. Se acaba una era en la selección centroeuropea y empieza otra: la de un equipo sub-21 que lleva dos años sin perder un partido, con unos jóvenes valores que están dando ya el paso adelante y lo van a empezar a dar en Granada, donde el seleccionador, Michal Bilak, ya ha convocado a sus mejores cachorros. Así, aquí han venido el portero Tomás Vaclik y el delantero Libor Kozak, si bien el segundo tiene más posibilidad de jugar que el primero, aún eclipsado por la presencia de Peter Cech, uno de los mejores porteros del mundo, aunque ya empieza a dar síntomas de decadencia.
Como están a punto de llegar pero todavía no, los checos siguen apoyándose en sus valores de toda la vida: los centrocampistas Rosicky, del Arsenal, y Plasil, ex de Osasuna y ahora en el Girondins de Burdeos. Son los dos jugones que mueven el equipo porque son los que tienen más talento. Los españoles les consideran peligrosos aunque solo sea por tradición, pues los checos han sido durante muchos años una referencia en Europa y algo les queda. «Es un equipo más complicado de lo que parece, y no va a ser fácil —comenta Fernando Hierro a ABC—. Tiene jugadores de talento como Rosicky y Plasil, y en las jugadas a balón parado son peligrosos». Según el director deportivo de la RFEF, España tendrá que tener especial cuidado con juego aéreo: «Ahí van muy bien con sus dos centrales. También tendremos que tapar las subidas de sus dos laterales».
Fuertes atrás
Parece ser que donde tienen dudas es en la delantera. Han recurrido a Milan Baros, el segundo máximo goleador de la historia de esta selección porque ese puesto no lo tienen claro. Baros, alejado de la selección durante tiempo por mor de las lesiones ha sido convocado para este partido apoyado en sus 38 goles en 79 encuentros. Baros juega ahora en el Galatasaray turco y es una leyenda en su país. Hay unos cuantos jugadores en los que hay que pararse a la hora de enjuiciar al rival de España. Por ejemplo, echar un ojo a Tomas Necid, delantero del CSKA de Moscú, con un gran rendimiento en el equipo ruso. También cuentan con Kladec, defensa versátil del Bayer Leverkusen y, sobre todo, el creciente Tomas Hubschman, centrocampista del Shakthar.
El equipo no tiene mucho toque, pero tiene sus armas. Físicamente es un conjunto más poderoso que los españoles, con una buena organización defensiva y calidad a la hora de mover el balón. El encuentro es vital para ellos y presentan jugadores veteranos. Tanto Cech como Baros disputarán su partido número 80, mientras que Rosicky hará el 79. Las cifras hablan de la solvencia checa a la hora de defender, pues solo han recibido un gol en los tres partidos disputados, el que les hizo Lituania en casa. Eso sí, solo han marcado tres.






