El consejo de administración de Caja Mediterráneo (CAM) ha convocado mañana a las 17.00 horas a sus miembros a una reunión en la que estudiarán si la entidad continúa "sola", tras la salida de sus socios de Asturias, Extremadura y Cantabria del Banco Base, o si se integra en otro grupo. En rueda de prensa, el vicepresidente primero de CAM y presidente territorial en la región de Murcia, Ángel Martínez, ha avanzado el contenido de la convocatoria de mañana, y ha subrayado que esta entidad "tiene la intención de continuar con la SIP Banco Base". Además, ha adelantado que Caja Mediterráneo se plantea denunciar a sus socios de Cajastur, Extremadura y Cantabria si incumplen el contrato firmado en su día para la constitución del SIP Banco Base. A su juicio, la CAM "ha cumplido coma a coma, y hasta la última letra, el contrato suscrito y ha tenido y tiene la voluntad de cumplirlo, y los contratos están para cumplirlos".
El de la CAM ha sido el primer fracaso en el proceso de reestructuración del sistema financiero español. Con aplastante mayoría, las asambleas de Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura rechazaron ayer unir su futuro al de la CAM e hicieron saltar por los aires Banco Base, el proyecto que hubiera creado la quinta entidad del nuevo mapa bancario español. Minutos después de que la última asamblea diera el portazo definitivo a la fusión, el Banco de España requirió a las cuatro cajas que le comunicaran «inmediatamente» sus nuevas estrategias de recapitalización y sobre el filo de la medianoche, Caja de Ahorros del Mediterráneo (con un tamaño el doble que Cajastur pero mucha menos solvencia) ha pedido ayuda al FROB a través de un documento enviado a la CNMV en el que «solicita apoyo financiero del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria».
Ya lo habían hecho —y dentro de plazo (finalizó el lunes)— pero bajo el nombre y con las cifras de Banco Base. Ahora estos números son papel mojado. El nuevo Real Decreto obliga a las entidades a conseguir «un capital principal mínimo del 8%», dice el regulador, quien deja claro que «en caso de que no puedan obtener en el mercado los recursos, el FROB suscribirá el capital necesario para que las entidades alcancen el nivel requerido». Es decir, intervendrá la entidad.
Banco Base sin CAM sólo necesitará 400 millones de euros en vez de 2.800
Por el contrario, la CAM inicia un camino que sólo conduce a dos puertos: la venta de la entidad a precio de saldo o la intervención. La primera opción no está resultando sencilla. El Banco de España ya ha contactado con los grandes del sector, como el Santander o La Caixa, mientras que la propia entidad ha buscado el apoyo de bancos más pequeños, como el Sabadell y el Popular que, sin embargo, no han mostrado mucho interés en el negocio. Como no podía ser de otra forma, el precio será el factor determinante del desenlace. Aunque también es un factor clave la creación de un sistema de protección de activos que blinde las posibles pérdidas futuras del negocio de la caja, algo que ya se hizo con CCM.
Batalla en el horizonte
La segunda opción, la intervención del Banco de España, se ejercerá sólo en último extremo, aunque fuentes del sector consideran esta vía como inevitable. Hoy mismo será una jornada decisiva para definir cuál de los dos caminos tomará la entidad. Modesto Crespo, presidente de la CAM, se reunirá con el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, en Madrid para intentar dar solución a la grave crisis que atraviesa su entidad. Según fuentes próximas a la entidad, sería mañana, en un consejo extraordinario, cuando se aprobaría el nuevo futuro de la entidad alicantina, la cuarta del país antes de la reestructuración.
La CAM defiende que el prceso tendría que seguir adelante aunque ya ha pedido ayuda al FROB
Pero la pugna legal tendrá más aristas. Fuentes financieras señalaron ayer que si la CAM abre esa vía, el resto de entidades también estudiarán demandar a la caja alicantina por ocultación de datos, pues estiman que buena parte de su cartera de créditos estaba mal calificada, informa J. C. Villar.
En todo caso, la CAM decidió ayer llevar hasta el final el proceso, aunque cuando comenzó su asamblea, a las 12 del mediodía, se daba ya por sentado que el resto de cajas la paralizaría. La entidad alicantina celebró su asamblea general en un clima de evidente tensión, aunque —a excepción del sindicato CGT, que votó en contra— consejeros generales, empresarios y representantes políticos cerraron filas con la entidad y trasladaron en exclusiva al Banco de España la responsabilidad sobre el futuro de la caja.
Aunque durante la asamblea hubo algunos consejeros generales que criticaron la falta de información que —a su juicio— ha guiado la actuación de la entidad, no se llegaron a pedir responsabilidades al consejo de administración por el desenlace del (horas más tarde) frustrado proceso de fusión.