El humorista Moncho Borrajo muestra su lado más cómplice y presenta su vida "sin trampa ni cartón" en su espectáculo benéfico Íntimo, desde hoy y hasta el 2 de abril en el Teatro Quintero de Sevilla, en su única actuación en Andalucía. En la rueda de prensa, dirigida por el periodista Jesús Quintero, el artista gallego se ha definido como "una persona muy asequible" que hablará en este espectáculo "de tú a tú" con el público con el fin de recaudar fondos para la fundación para niños con problemas físicos y psicológicos que preside.
"Prefiero quedarme con la sonrisa de un niño que con una enciclopedia", por eso he montado este espectáculo, ha explicado Borrajo. Íntimo presenta nuevas reflexiones, alejadas de la política, que mezcla con intervenciones antiguas, en el que pretende ayudar a los niños de la provincia de Orense, donde está instalada la Fundación Moncho Borrajo, con el dinero recaudado. Después de alejarse de los escenarios durante tres años por la enfermedad su padre, una retirada valorada por el humorista como "la gran mentira de su vida", ha vuelto con un "tempo más pausado", y con un espectáculo en el que se muestra al Moncho Borrajo más personal.
Este artista, también aparejador y amante de la pintura, a sus 62 años, se define como un "utópico, un rojo romántico" que dista mucho del personaje agresivo que siempre ha representado y que no es más que un papel inventado para el escenario. Borrajo ha confesado su amor por la comunidad andaluza que materializará en un libro que tiene entre manos "Andalucía improvisada", compuesto a base de coplas. "Los tacos los he dicho siempre para molestar", ha confesado este actor, para quien lo fundamental de su trabajo ha sido conseguir que "al salir del teatro el público hable en la calle de lo que dije".
