Una vez se ha decidido que esta semana sea normal como otras tantas, con su fútbol repartido entre sábado, domingo y lunes, los clubes se preparan para la masiva llegada de internacionales, esparcidos por las cuatro esquinas porque en los últimos días tocaba himno y selección. Así está concebido el calendario y se desesperan los entrenadores por estas fechas, pendientes de que todos lleguen sanos y salvos porque ahora vienen curvas y nadie espera a nadie. Para alivio colectivo, no hay lesiones de relevancia, menos fiero el virus FIFA que de costumbre, pero Benzema y Messi siembran el pánico en el Santiago Bernabéu y en el Camp Nou porque han regresado con problemas. Falta por ver la gravedad de los asuntos.
Alarma, por los ecos difuminados que llegaban desde Francia en la noche de autos, la lesión de Karim Benzema, baja confirmada para el partido que el Real Madrid disputa el sábado ante el Sporting. Se había reconciliado con el gol el delantero, venerado en las tertulias que antes le sentenciaban por su mal fario, y ahora tiene que frenar aunque sea unos días porque tiene una contractura en su muslo izquierdo. Benzema se lesionó durante el transcurso del partido que enfrentó a la selección francesa con Croacia y fue sustituido a los 75 minutos, confirmados los malos presagios ayer por la mañana una vez fue tratado por los médicos del Real Madrid. Entre siete y diez de baja, le dijeron, y de inmediato la gente echó cálculos porque el martes que viene hay noche de Champions, ida de los cuartos contra el Tottenham. Es duda y de las serias.
Con todo, Mourinho tampoco cuenta para el compromiso del sábado contra el Sporting con Xabi Alonso y tiene en la enfermería al mencionado Benzema, a Cristiano Ronaldo y a Marcelo, aquejado de un golpe en un costado. La parte positiva para el Madrid es la recuperación de Gonzalo Higuaín, que podría reaparecer y entrar en la lista después de la operación de hernia.
Hoy, pruebas a Messi
Tampoco van muy sobrados en el Barcelona, desprotegidos porque tiene un fondo de armario menos sugerente que su enemigo íntimo y consumidos porque es posible que Messi no juegue ante el Villarreal. La noticia llegó desde Argentina y el entorno se alteró cuando se supo que tiene una contractura en el adductor de la pierna derecha que le impidió vestir la albiceleste en Costa Rica, titular de portada porque el delantero quiere jugar siempre. Messi iba a estar de inicio, pero alertó del incidente y el cuerpo técnico de Argentina, atento al discurso de Juanjo Brau —preparador físico azulgrana que siempre le acompaña— optó por reservarle pese a no cobrar un variable que dependía de la participación del futbolista.
Llega hoy, sobre las 9 de la mañana, y de inmediato será tratado por los médicos. En el club catalán nadie se atreve a vaticinar nada y miran de reojo el calendario, con la visita el sábado a El Madrigal y duelo del miércoles ante el Shakhtar. Messi lleva un año cargadísimo y ha disputado todos los minutos de las 12 últimas jornadas de Liga, perdiéndose únicamente cinco partidos en lo que va de temporada —tres ligueros y dos en Copa—.
Además, son bajas seguras Puyol y Xavi —lesión y acumulación de tarjetas— y se mantienen los interrogantes de Maxwell, Pedro y Bojan. «Será una prueba para saber qué tenemos y dónde podemos llegar», dice Dani Alves.
