Una de las jugadas más polémicas llegó tras la expulsión. En el minuto 42, el árbitro francés Felix Brich no pitó un posible penalti a favor del Real Madrid.
Con el 1-0 en el marcador, el defensa Michael Dawson paró un disparo de Ángel di María con las manos tras una 'carambola' que rebotó de la rodilla. Los blancos acudieron a solicitar la pena máxima pero el colegiado decidió seguir el juego.







