El portavoz de Justicia del Grupo Parlamentario Popular del Congreso, Federico Trillo, calificó al candidato del PP a la Alcaldía de Córdoba, José Antonio Nieto, como la persona que garantiza la «responsabilidad y el cambio» que necesita la ciudad. Trillo afirmó que «la coalición de IU y PSOE que ha gobernado estos años en Córdoba ha dado las últimas pruebas de su agotamiento e ineficacia».
De este modo, se mostró seguro de que el también presidente del partido en la provincia «va a cosechar en cuatro años un mandato que transforme a Córdoba» y sea una de las ciudades más desarrolladas de Andalucía.
Trillo, quien se reunió junto con Nieto con las junta de gobierno del Colegio de Abogados, alabó que el candidato incluya en su programa «medidas y personas que garanticen los derechos de los vecinos», mientras que el candidato informó de que en su proyecto tendrá un peso importante la vicedecana de Organización Académica de la Facultad de Derecho y profesora de Derecho Civil, Carmen Mingorance, a la que destacó como «una gran jurista con una larga trayectoria en la defensa de los derechos de las personas».
En cuanto a los nombres definitivos de la candidatura, Nieto informó de que hoy se va a reunir con el Comité Electoral e insistió en que quiere que sea un equipo de gobierno que «traiga una transformación importante de la ciudad». Aseguró, también, que «igual que han pasado inadvertidas las candidaturas de otros partidos», él ha querido darle la importancia que tiene «a un grupo de personas que tiene un reto importantísimo como es sacar a Córdoba de una situación económica crítica y de una apatía social importante».
Justicia manipulada
De otro lado, Federico Trillo lamentó que el Gobierno central «no haya mostrado ningún interés en que la justicia funcione y la haya utilizado a su antojo en la mayoría de las ocasiones a través del fiscal general más político y sectario que ha tenido la democracia española». Por ello, el responsable popular aseguró que la justicia es para el PP «una de sus prioridades», teniendo en cuenta que «no es ni rápida, ni eficaz; es la asignatura más pendiente de la democracia y la cenicienta de todos los presupuestos».



