, Y. GÓMEZ
El ministro de Trabajo e Inmigración, Valeriano Gómez, mostró ayer su rechazo a una posible subida de los tipos de interés por parte del BCE en su reunión de mañana porque «la política monetaria de la UE debe tener en cuenta al conjunto de los países». Gómez, que participó en un foro organizado por KPMG y Ep, indicó que la política monetaria del BCE debe tener en cuenta la situación «del conjunto de la zona euro» para no repetir «errores» del pasado. «Tuvimos problemas por ser la política monetaria demasiado laxa y ahora podríamos tenerlos si es demasiado rígida».
Sobre la reforma de la negociación colectiva, Valeriano Gómez dijo que «sé que existen dificultades» y que se puede dar una semana más de plazo o 10 días a los agentes sociales para que lleguen a un acuerdo. «Si no, el Gobierno enviará al Parlamento su propuesta, aunque sin decretos-leyes», matizó. Tras afirmar que «no soy bueno con los pronósticos», afirmó que «creo, y el Gobierno también, que habrá un acuerdo; pero podría no haberlo».
El ministro subrayó que «la economía española tiene que crecer por encima del 1,5% para empezar a crear empleo a finales de año y a un ritmo muy lento» y añadió que nuestro país necesitará «lustros de moderación y sensatez salarial» para poder recuperar la productividad y acelerar la reactivación de la economía.
El menor de los riesgos
Por su parte, la OCDE restó importancia al impacto de una subida de tipos sobre la economía de la Eurozona. El economista jefe de la organización, Pier Carlo Padoan, advirtió de que los riesgos de perder el control sobre los precios son mucho mayores que los derivados de una política monetaria menos acomodaticia. El organismo también ha mejorado sus previsiones para el G-7 —excluyendo a Japón—. Los grandes riesgos a la baja sobre las perspectivas de crecimiento están en la inestabilidad del norte de África y Oriente Próximo, y su repercusión en el petróleo y las materias primas. De hecho, el precio del crudo Brent superó ayer los 122 dólares el barril. El Euribor también encadenó su decimotercera jornada consecutiva de repunte y se sitúa ya en el 2,025%, su nivel más alto en dos años.
Y si Europa amenaza, el Banco Popular de China, en su intento de controlar la inflación, subió ayer los tipos —en esta ocasión 0,25 puntos porcentuales— con lo que se sitúan en el 6,31%.







