La mejor noticia que el Real Madrid extrajo de su visita a Bilbao no fueron los tres puntos. Más allá del triunfo, el partido sirvió para ratificar lo que dentro del vestuario era una certeza: hay plantilla de sobra para dar descansos y evitar sanciones. Con esa filosofía, el Real Madrid viaja esta mañana rumbo a Londres para solventar al trámite en el que se ha convertido el partido de vuelta de la Liga de Campeones ante el Tottenham.
La gran preocupación de José Mourinho en White Hart Lane será decidir qué jugadores de los que están apercibidos —Albiol, Ramos, Carvalho, Di María y Cristiano Ronaldo— salen de inicio para medirse a los ingleses. Sin el sancionado Pepe en la expedición, parece claro que Albiol será uno de los fijos en la zaga, en la que Carvalho y Ramos se jugarían el otro puesto de central, dejando al portugués como solución de emergencia. Preocupa menos el concurso de los delanteros, ya que es menos probable que sean sancionados y se pierdan la ida de semifinales, siempre que no hagan ninguna tontería.
Arbitrará el italiano Rizzoli
Los ojos de los aficionados blancos estarán puestos en Nicola Rizzoli, designado para dirigir el choque contra los ingleses, que será el que tenga en su mano las posibles sanciones de cara a una hipotética semifinal contra el Barcelona. El italiano ya pitó al Madrid en la vuelta con el Lyon el año pasado.







