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Un grupo de bañistas pasea por la playa de Las Teresitas
Con más de 25.000 parados en la ciudad, y poco dinero en las arcas municipales para invertir, los aspirantes a la Alcaldía de Santa Cruz de Tenerife han llenado sus discursos de turismo, único subsector, tal y como proclama también Paulino Rivero, que puede ayudar a generar actividad económica en la capital tinerfeña que, a diferencia de Las Palmas de Gran Canaria, históricamente ha vivido de espaldas a un modelo sobre el que Canarias ha asentado su riqueza reciente. El primero en lanzarse a la arena fue el candidato de Coalición Canaria (CC), José Manuel Bermúdez, que además, puso cifra a su reto: 5.000 empleos nuevos. Ha sido durante ocho años consejero insular de Turismo, un cargo que debería ponerlo en valor y que, sin embargo, es una rémora en la que hurgan sus adversarios.
Él se defiende: «Algo tendré que ver con los 500.000 cruceristas al año que llegan a Santa Cruz y con el 20 por ciento cerca de un millón de visitantes de la isla que, al menos, pasan un día por nuestro municipio».
Su propuesta se concentra en el programa «Santa Cruz, sí al mar», que pivota sobre dos grandes iniciativas: la reordenación de la Dársena de Los Llanos y la creación de un carril-bici y un sendero peatonal que una San Andrés con Añaza. ¿Cómo hacerlo en este contexto de enfriamiento económico? «No son megalomanías. Mis adversarios están desinformados. Todo es viable, desde el punto de vista técnico y económico. Conozco muy bien el litoral tras la experiencia del Cabildo con el plan “Tenerife y el mar”», señala el candidato nacionalista. Sobre la dársena, tira de uno los mitos de CC, el exalcalde Manuel Hermoso, que en 1979 proyectó un nueva ciudad en Cabo Llanos que hoy es un referente en la economía de la ciudad. Se trata de ocupar un espacio de 56.000 metros cuadrados, «que no es competitivo para el puerto»,y convertirlo en un área de ocio para toda la familia al estilo, por ejemplo, del Maremagnum de Barcelona. «Y es un proyecto asequible, porque lo acometería la iniciativa privada a partir de concesiones administrativas», subraya.
Policía turística
La segunda iniciativa es más ambiciosa. El anteproyecto ha sido realizado por el ingeniero Joaquín Soriano, y según Bermúdez, permitirá conocer una parte del litoral de Santa Cruz desconocida, la comprendida entre Añaza y El Palmétum. Ese tramo costaría unos tres millones de euros. «Si Costas se ha gastado 20 millones en la playa de Punta Larga, es una cantidad muy asequible», comenta. Asimismo, considera vital que se acometa definitivamente la playa de Valleseco y que se acondicione Las Teresitas, «pero ahí, hasta que no se zanje el litigio judicial, no se puede hacer nada ambicioso, sería vender humo». Promover la creación de más camas hoteleras e implantar una policía turística cierran el abanico de propuestas.
Su gran rival, la candidata del PP, Cristina Tavío, aún no quiere desvelar sus líneas maestras, pero ha dejado claro que gestionará el área de Turismo en persona si llega a la Alcaldía. «Es de vital importancia para la recuperación económica de Santa Cruz y la generación de empleo», comenta, y sobre sus planes avanza, únicamente, que serán muy distintos a los de CC. «Mi idea del turismo no tiene nada que ver con las macro-discotecas, los saraos o los policías para turistas, tiene más que ver con la calidad, la formación y la cultura, así que pueden estar tranquilos porque no copiaré ninguna idea. Eso sí, desde la Alcaldía aprovecharé todos los proyectos que sean válidos», señala. Como a todos los candidatos, le sorprende que Bermúdez quiera potenciar el turismo en la capital. «Le gestión del Cabildo en materia turística tienen que juzgarla los ciudadanos en las urnas, y en el caso de Santa Cruz me temo que lo tienen muy fácil, porque hay poco que juzgar», subraya.
Al margen de proyectos concretos, cree que es inaplazable la mejora del litoral: Las Gaviotas, Igueste de San Andrés, Parque Marítimo y, sobre todo, Las Teresitas. En este caso, digan lo que digan los juzgados, antes de final de año buscará una medida de consenso con la oposición y los agentes sociales y económicos de la ciudad con el fin de marcar una hoja de ruta definitiva. Pese a todo, también tiene claro que el turismo no será una varita mágica que acabe con la crisis en la ciudad, sino la revitalización del sector servicios.
Monumentos
En el PSOE, el subsector también ocupa un papel destacado en el programa electoral porque, a juicio de Julio Pérez, la ciudad «no ha aprovechado» la parte del negocio turístico que le corresponde salvo en el segmento de los cruceros, cuyas cifras repuntan al alza. Achaca a Bermúdez su falta de implicación por la ciudad —«no ha hecho nada en ocho años»— y reivindica que se culmine el expediente para declarar a Santa Cruz como municipio turístico. Pero hay más cosas. Hay que «desempolvar» los monumentos, «muchos no están a la vista por desidia», señala, con un ambicioso plan de rehabilitación, «al menos de los BIC, que son más de cuarenta». Para sacar partido a este caudal de patrimonio considera muy importante mejorar la señalización callejera, incluso dotarla de varios idiomas. Otra propuesta es lo que Pérez ha dado en llamar «multiplicar los accesos al mar» con una red por todo el litoral, «baratos y asumibles», que están respaldados por empresarios vinculados a los deportes náuticos. Y Las Teresitas no puede quedar al margen de un buen remozamiento.
Para sacar partido a los cruceristas, apuesta por adaptar los horarios del casco a los visitantes, negociando ayudas desde el Ayuntamiento para los pequeños empresarios. Y otra pieza vital será dirigir la ciudad hacia el turismo de congresos, aunque el debe es la de falta plazas hoteleras, sobre todo de tres o cuatro estrellas. «Y es una pena porque tenemos grandes activos como el Auditorio, el recinto ferial o la cercanía de la Universidad», comenta. Pérez también apuesta por explotar la biodiversidad del Parque Rural de Anaga como reclamo turístico vinculada al litoral. «Es un filón sin explotar», indica.Y sobre las propuestas de Bermúdez, es rotundo: «Son de Walt Disney».
Para Ciudadanos de Santa Cruz, en cambio, el turismo no será la pieza angular de su proyecto. «Lo importante es resolver los problemas de la gente de aquí. Invertir en los servicios sociales», señala Guillermo Guigou. Para no cambiar el guión, también fustiga a Bermúdez. «Con ocho años en el Cabildo, me hubiera gustado que hubiera hecho algo por Santa Cruz más allá de salir en la foto de la guagua turística de Ángel Isidro Guimerá», comenta. Más que por el turismo, el actual edil capitalino espera calles limpias y ocio de calidad, «pero primero para nuestros vecinos». Se trata, en su opinión, de que los chicharreros «se sientan orgullosos de pasear por su ciudad, ese sería el primer paso para que los turistas se sientan cómodos».
En ese sentido, rechaza la «deprimente» entrada a la capital desde el Sur «con la refinería, el palmétum y los contenedores que no te dejan ver el mar». En cuanto a Las Teresitas, lamenta sus actuales condiciones. «Debe tener unas duchas, canchas de deporte o un quiosco para tomarse una caña», señala. No niega que «ojalá» vengan millones de turistas, «pero primero tenemos que adecentar nuestra casa en referencia a la ciudad», comenta.
En Socialistas X Tenerife, abanderados por José Manuel Corrales, las propuestas son muy similares a las del PSOE. Y hay una razón. «Seguro que las han copiado, porque en los cuatro años que fui secretario general en la ciudad, Julio Pérez estaba de vacaciones», apunta sonriente. Es crítico con CC y PP, «porque en 32 años, no han hecho nada y la ciudad ha perdido fuelle turístico», y por ello, señala que hay que impulsar una fuerte campaña de promoción basada en los cruceros y la actividad cultural. «Para el sol y playa ya está el Sur», dice, y lamenta que no haya podido fraguar la opción de que Santa Cruz participara en la candidatura de Las Palmas para ser ciudad europea de la cultura, una idea lanzada en 2005 por el ex portavoz del PSOE en el Cabildo, Antonio Martinón. «Pero no se hizo nada, tampoco los dirigentes del PSOE», explica. Para sacar lustre a los cruceristas aboga por un plan de mantenimiento del patrimonio histórico y una renovación del pequeño comercio, estancado en los últimos años e incapaz de hacer frente a las grandes superficies.
Al igual que Julio Pérez, reclama que la ciudad despunte como sede del turismo de congresos apoyándose en la gran oferta cultural del Auditorio, el TEA y los teatros. En cuanto al litoral, aboga porque Santa Cruz «no esté de espaldas al mar», y para ello, plantea la construcción de un gran paseo marítimo con zonas de ocio que sea compatible con el desarrollo portuario. En Las Teresitas, «estamos en contra de la urbanización masiva y a favor de que se adecente lo que hay». En María Jiménez y Añaza plantea iniciativas sencillas para que los vecinos puedan acceder a la costa, «nada de playas irrealizables», y advierte también gran potencial en el Parque Rural de Anaga. «Y no se trata de traer más visitantes, sino que sean de calidad y generen desarrollo económico. El turismo de masas si no gasta, solo genera presión sobre el territorio», afirma.
