Mi amigo Zapi firma la web más divertida e irreverente que he visitado jamás, Virutas de goma. Ofrece excelente información de F1, en clave de humor, sarcasmo, curiosamente casi nunca faltos de rigor.
Zapi le dio nombre hace años, anticipándose a lo que está ocurriendo hoy con los neumáticos Pirelli. No se imagina usted cómo queda un circuito de F1 al término de un Gran Premio en 2011.
La famosa expresión «zona limpia», que en puridad debiera ser la que retiene los compuestos químicos de los neumáticos, que convierten ese pasillo del circuito en la zona más adherente, se ha convertido hoy, en virtud de las características de los Pirelli en una zona neutra, donde el paso continuado de los monoplazas y el desgaste de los neumáticos no aporta valor de adherencia, ni siquiera al final de la carrera.
La pregunta es obvia: ¿Adónde va a parar la goma que no se fija en el asfalto? Se transforma en virutas de goma, pequeñas bolas en la parte exterior de las curvas.
En una palabra, la goma de los neumáticos Pirelli no se fija químicamente en el asfalto, sino que se solidifica y se aparta por la fuerza centrífuga del pasillo de rodadura.
No es una deficiencia técnica de Pirelli. Han confeccionado el tipo de goma que Ecclestone, con el consentimiento de la FIA, les pidió para hacer del mundial de F1 un espectáculo más atractivo basado en adelantamientos, la mayoría circunstancialmente ficticios, debido a la degradación prematura de los neumáticos que Pirelli, de forma premeditada, ha construido.
La F1 es básicamente un campeonato de ingenieros, que construyen aviones de combate que van por el suelo y que casualmente conducen seres humanos.
La decisión de Ecclestone/FIA de solicitar a Pirelli un tipo de neumático que no aporte adherencia en ningún momento de los 300 km de un Gran Premio, ha sido, una vez más una ventaja adicional para los ingenieros excepcionales, y en consecuencia, una desventaja probablemente irreparable para los pilotos de talento que vuelan con una avioneta Pipper contra cazas F-18 Hornet.
No se alarmen, la F1 es una gran mentira…¡Créansela!
Virutas de goma.