Toca apretarse el cinturón. Para todo el mundo. Tal y como aconseja Bruselas. Y cuando Bruselas habla... Europa se cuadra. O lo intenta. Y es que en momentos de crisis como la actual, en donde todo ajuste es poco para evitar males mayores, es de obligado cumplimiento atenerse a las normas. Y si toca austeridad, toca sin más. Aunque a algunos, como al Gobierno español, les cueste asimilarlo. Y a su sistema financiero, por extensión, también. El caso es que la Comisión Europea urgió ya a finales del año pasado a España a transponer una directiva que controla y dota de mayor transparencia las remuneraciones de la banca. Desde Economía aseguran haberlo hecho ya, si bien la realidad es que el proyecto de Real Decreto que modifica a su vez el Real Decreto 216/2008, de 15 de febrero, de recursos propios de las entidades financieras, aún no ha visto la luz.
Pero... está a punto. El departamento que dirige la vicepresidenta Elena Salgado maneja los últimos flecos de una norma que modificará la política de remuneración actual de los directivos de las entidades de crédito. El documento, al que ha tenido acceso Empresa, añade un nuevo capítulo, el XIII, en el Título I, que hace especial hincapié en el control de la parte variable de los sueldos. Así, entre las novedades, en su apartado titulado «Diseño de los esquemas de remuneración», Economía explica que las entidades de crédito deberán presentar una relación equilibrada y eficiente entre los componentes fijos y los componentes variables de tal forma que el fijo constituya una parte suficientemente elevada de la remuneración total: «Los variables de la remuneración —reza el proyecto de RD— deberán tener la flexibilidad suficiente para permitir la modulación hasta el punto de que sea posible suprimir totalmente la remuneración variable».
Según dicho borrador, los componentes variables de la remuneración deben crear incentivos que se ajusten a los intereses a largo plazo de la entidad y atender a varios requisitos.
Las variables de la remuneración deberán ser flexibles para que puedan ser suprimidos si es necesario
Variable excepcional
Entre todos los requisitos, Economía ha querido destacar el hecho de que la remuneración variable garantizada tenga carácter excepcional y solo se pueda aplicar el primer año de empleo del personal nuevo.
Tendrá que haber una relación equilibrada entre remuneración fija y variable
Ahora bien, el nuevo proyecto de Real Decreto puntualiza que al menos el 40% de la remuneración variable se diferirá durante un periodo determinado según el ciclo económico en el que se encuentre la entidad, la naturaleza de su negocio, sus riesgos y las actividades del empleado del que se trate y que en ningún caso sea inferior a tres años. Un apunte más al respecto: «En caso de que la cuantía de la remuneración variable supere de forma especialmente significativa el importe medio de la remuneración variable en el sector, se diferirá como mínimo el 60% del pago de la misma». Esta parte de sueldo variable, incluso si es diferida, se pagaría únicamente si resultase sostenible con la situacion de la entidad de crédito, esto es, justificado en función de sus resultados.
Tanto el Banco de España como la CNMV vigilarán los sueldos millonarios de la banca
En cualquier caso, en cuanto vea la luz la nueva norma, tanto el Banco de España como la Comisión Nacional del Mercado de Valores, según estipula ya el BOE, serán los encargados de vigilar los sueldos millonarios de la banca, recopilando toda la información salarial, «bonus» e incentivos que se pagan, con el objetivo de asegurar que sean coherentes con una buena gestión y de los riesgos que asumen, sobre todo en tiempos de crisis económicas como la actual, y con un sistema financiero, aún, en cuestión.








