La Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado (LAE) saldrá a Bolsa en la primera quincena de noviembre, y no en octubre, como estaba previsto. La operación, la mayor de este tipo en la historia de España, supone privatizar el 30% de la entidad y permitirá ingresar unos 9.000 millones en las arcas públicas, según las previsiones de la sociedad. La operación se repartirá en un 40% entre inversores institucionales y al menos el 60% particulares.
El presidente de la sociedad, Aurelio Martínez, anunció ayer el calendario de debut en el mercado del ente y cifró en al menos 21.000 millones su valor. Los analistas lo valoran en unos 30.000 millones. Lo que el Estado obtenga de la venta de ese tercio —por ley podría venderse hasta el 49%— de LAE, que en 2009 generó un beneficio de 3.000 millones, será ingresado por el Tesoro público.
El Ejecutivo insistió ayer en que el objetivo de la privatización, enmarcada en un plan de reformas anunciado en diciembre de 2010 por Moncloa, es mejorar la eficiencia de la sociedad, no reducir el déficit público. Aunque reconoce que servirá para rebajar las emisiones de nueva deuda pública previstas para 2011 en unos 15.000 millones. Además, permitirá al ente convertirse en la séptima u octava compañía del Ibex por capitalización.







