Si tuvieramos que elegir a uno de los personajes históricos más populares en la blogosfera probablemente hablaríamos de Nikola Tesla. Sus revolucionarias invenciones en el campo del electromagnetismo a finales del siglo XIX y principios del XX contribuyeron irremediablemente al surgimiento de la electricidad comercial.
El incansable ingeniero de origen austrohúngaro no se quedó ahí, su trabajo fue fundamental en el avance de otras disciplinas como la robótica, el control remoto, el radar, las ciencias de la computación, la balística, la física nuclear o la física teórica. En 1943, el mismo año de su muerte, la Corte Suprema de los Estados Unidos lo acreditó como el inventor de la radio.
Pero si hay una cosa por la que Tesla siempre ha despertado un gran interés, es por su insultante capacidad para predecir cómo sería la tecnología en el futuro y qué dispositivos llegarían a formar parte de la vida diaria de los seres humanos. En la bitácora «Cornisa.net» encontramos uno de esos episodios de la excéntrica vida de Tesla dignos de ser destacados.
Los experimentos de Tesla
Para ello nos trasladamos hasta un tranquilo día del año 1898, cuando algunos vecinos del neoyorquino barrio de Manhattan se despertaron asustados por un pequeño temblor de la tierra que hizo vibrar varios edificios.
Detrás del fenómenos se encontraba el ínclito científico que por aquel entonces realizaba diferentes experimentos relacionados con la resonancia mecánica. Para ello Tesla había diseñado un «oscilador vibracional mecánico» con el que pretendía visualizar la dinámica de su sistema de electricidad sin hilos.
Tras colocarlo sobre un pilar de su laboratorio, la vibración se extendió por los subterráneos de los edificios colindantes hasta crear el caos entre los habitantes de la zona y conseguir personar en poco tiempo a varios agentes de policía en su cuartel general de la calle Houston que no salían de su asombro. Justo antes consiguió detener el movimiento con un martillazo al oscilador.
Pero su obsesión no terminó ahí porque tal y como relatan algunas biografías, años después Tesla realizó nuevos experimentos en algunos otros edificios que volvieron a temblar con su temible oscilador llegándose a ganar el calificativo del hombre que producía terremotos.







