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Como estamos todos muy indignados ultimamente no está de más reinvidicar el derecho a cabrearse. Y como el espíritu del rock&roll arenga a meter el dedito en la llaga, Loquillo no iba a ser menos para clamar al cielo: "No entiendo cómo ahora no hay bandas que se están cagando en todo. Sería cojonudo que en los próximos meses saliera un grupo de rock que proteste y reivindicara", se lamenta. "Si la única opción es Manel, mal vamos".
Hay que hacer la revolución, sí, pero ésta, mejor para otros. "Espero una eclosión como la que hubo con el punk, pero sería absurdo que tuviera que hacerla yo porque soy un adulto que no está en la calle. No me gusta ir tras una pancarta, eso lo hacen otros compañeros que cobran por ello. Cuando alguien me dice que quiere cambiar el mundo me agarro la cartera", explica.
«Cuando alguien me dice que quiere cambiar el mundo me agarro la cartera»
Loquillo, que además recibió el Disco de Diamante por haber vendido más de un millón de copias a lo largo de toda su carrera, se muestra contento. Y feliz, claro, pero con el derecho a dar un puñetazo sobre la mesa y lanzar sus arrogantes 'pullitas' hacia el sistema: "Noto a faltar una banda sonora de lo que pasa en la calle".
Nuevo disco, en octubre
José María Sanz, nombre destinado para la Seguridad Social y la burocracia, va a continuar remasteriando todo su trabajo. Ha empezado por la época más 'oscura' de los 90 y tiene previsto hacer lo propio con los discos 'ochenteros'. "La leyenda es lo que importa. Es importante guardar el secretismo para luego descubrirse después", proclama Loquillo, que adelanta que su nuevo álbum de estudio verá la luz el próximo octubre.
La razón de sacar a la luz estas nuevas ediciones se apoya en la celebración de su 30 Aniversario como artista. Tras añadir que la caja conmemorativa del aniversario -que cuesta 60 euros- ha vendido más de 18.000 copias, Loquillo ha defendido la reedición de todo el material de los noventa porque "hay interés" y porque "fue una época atroz y dura", pese a que, a su juicio, se vendieron "más discos que nunca".
Por esta razón, confiesa que no entiende por qué esos trabajos fueron "maltratados" en su momento. "Desde 1993 no hemos vuelto a sonar en las radiofórmulas porque Gay Mercader se plantó y se negó a pagar. Ese camino al principio fue muy duro, pero luego resultó que era el camino", recuerda al tiempo que asegura que 'pasa' de la ley Sinde y de la asociación de internautas. "La música no es algo de fin de semana, esto es un oficio y defiendo esa creación, y el respeto a los creadores. Deberíamos abandonar ese concepto tercermundista de que la cultura se compra en el suelo, porque eso nos define como país y nos jugamos que no haya talentos en España en el futuro", argumenta.
«No hay nadie en España mejor que yo encima de un escenario desde el punto de vista del rock»
Mientras tanto, o mejor dicho 'mientras respiremos', Loquillo continúa demostrando todo su arte en esa gira-aniversario. Y explota el ego. "No hay nadie en España mejor que yo encima de un escenario desde el punto de vista del rock. En todo caso se puede mejorar; y en eso estoy", explica este cincuentón que aplica a su vida el cuento de "hay que mirar atrás sin ira". Porque como la vida es corta, no se arrepiente de nada porque todo lo que ha hecho a lo largo de su trayectoria le ha servido para "crear el monstruo" que ahora es. "Con lo bueno y con lo malo".







