Hay algo que no se le puede discutir a Florentino Pérez, y es que es un lince para los negocios. Así que puestos los números sobre la mesa no da ni un solo paso en falso. Si aplican esto al Madrid tendrán su respuesta cuando los allegados le piden a esta figura, a aquella estrella o la luna entera: «Dame tú el dinero, a ver si te crees que esto es un banco», suele decir. Y en eso está.
AFP
Mourinho firma autógrafos en Doha
El presidente ya gastó mucho nada más llegar al Madrid para poder acercarse al Barcelona. Pobló la plantilla de figuras mundiales e hizo, como él mismo dijo, lo de tres años en uno. Pero ahora, tal y como están las cosas, toca apretarse el cinturón. Así que antes de fichar hay que aligerar la nómina, como haría cualquier empresa con la cabeza asentada. Es decir, dejen salir antes de entrar.
Es por eso que el Madrid quiere traspasar o ceder a los jugadores que no quiere Mourinho para la temporada que viene. Y son bastantes porque la plantilla del Madrid es numerosa (27). Cada caso tiene su historia personal, pero lo que tiene claro Florentino es que tiene hacer caja (mucha) antes de ponerse a traer a gente como Coentrao, Agüero o Neymar.
El propósito del presidente blanco es hacer una caja de entre 80 a 90 millones de euros, una cifra a la que no va a llegar simplemente con los descartados normales, esos que están en boca de todos. Tendrá que deshacerse de uno de los grandes y está difícil: Higuaín estaba en la baraja, pero Mourinho ya ha dicho que ni hablar. Benzema también podría haber entrado, pero ahí el que ha dicho nanay ha sido Florentino. Adebayor ya ha salido, pero Manolito no contabiliza, simplemente deja de gastar. Así que el nombre es Kaká, y el dirigente blanco es reacio a dejarle ir.
Lo normal sería soltar a un delantero, sobre todo si, como parece ser, van a ir a por Agüero, pero lo cierto es que los que tienen más ofertas y resultan muy jugosos son Benzema y Kaká.
Por el resto no se va a sacar tanto dinero aunque, por ejemplo, Lass tiene buen mercado en Inglaterra e Italia. El problema de Lass es que es un lío en sí mismo, un extraño caso que apenas se entiende. Es de los pocos jugadores que gusta a Mourinho, que le considera hombre clave en el medio campo. Lo malo es que el francés no quiere quedarse a menos que se le garantice casi la titularidad, asunto imposible, mucho más con la llegada de Sahin. El traspaso de Lass está tasado en unos veinte millones y el de Kaká en unos cuarenta, pero es más fácil que en el mercado anglosajón se pague ese dinero por el francés que en el italiano por el brasileño.
Otro que tiene buen cartel es Garay (diez millones), pero podría entrar en la operación por Coentrao (el Benfica le ha expedientado por este asunto y también estudia denunciar al Madrid ante la UEFA) para abaratar los 30 millones que cuesta.
La sanción a Mou
A Canales se le quiere ceder para que se curta. Si este año ha tenido pocos minutos, con la llegada de más centrocampistas tendrá menos, pero Mourinho cree en su futuro y no quiere desprenderse de él. Villarreal o Valencia podrían ser su destino. No es el caso de Pedro León, con el que el técnico portugués ya ha hablado para que se busque equipo porque aquí, con la llegada de Altintop y Callejón, no va a tener opciones. Su temporada le ha depreciado y por ocho millones hay lista de espera para comprarle.
El que tampoco tiene opciones de seguir es Gago. Una campaña llena de lesiones le ha dejado fuera. Curiosamente, Batista le ha metido en la lista de Argentina para la Copa de América. Si juega y hace un buen papel, el Madrid podría sacar más de los 12 millones que pide por él. En total, si se suman las cantidades no salen las cuentas. O te desprendes de una vaca sagrada o a rascarse el bolsillo.
Por otra parte, la FIFA contestó ayer el Madrid razonándole la suspensión de cinco partidos a Mou. Los blancos tienen tres días para recurrir.
