Se encuentra confiado. Seguro. Con esa pose de serenidad que otorga el «savoir faire». Se siente más optimista que nunca, un hecho difícil en un piloto que trabaja psicológicamente para traducir todos los hechos y circunstancias en consecuencias positivas. Piensa que puede retrasar al límite la utilización del freno para acercarse a Stoner. Y manifiesta que puede vencer. Una declaración que no realizó ni en Montmeló ni en Le Mans. Jorge Lorenzo lucha asume públicamente que lucha contra Casey Stoner por la corona y prepara sus tácticas para intentar vencer. En Silverstone le valdrá un segundo puesto para sujetar el liderato. Sin embargo, tiene que plantearse que tarde o temprano deberá pelear por el triunfo para optar al título. Ya lo ha hecho.
El australiano dominó los entrenamientos del viernes, tanto en seco como en mojado. Simoncelli, superada la presión de Barcelona, era segundo. Y Lorenzo, tercero, realizó una magnífica sesión bajo la lluvia, quemando el neumático de agua con un ritmo que le permitió poner la Yamaha a punto para competir sobre mojado. El domingo, a la hora de la verdad, se augura una carrera bailando bajo y el campeón del mundo está listo para dar la cara frente al mejor especialista: Stoner.
Barberá era octavo y Bautista, noveno, mientras Rossi, decimosegundo, demostraba que está lejos de ser competitivo. Elías, decimocuarto, continúa con problemas técnicos.
Sofuoglu, advertido de suspensión
El británico Scott Redding demostró que conoce bien el trazado de Silverstone, el mejor del campeonato, con seis kilómetros de andadura. Obtuvo el mejor crono en Moto2, por delante del líder del Mundial, Bradl. Sofuoglu, el turco que destrozó la pierna de Julián Simón en Montmeló, solo pudo ser decimosegundo. estaba asustado, atemorizado por la amenaza que la Comisión de Carrera le dijo en inglés: a la siguiente acción de riesgo será sancionado con una suspensión de un gran premio. La misma advertencia que dieron a Simoncelli. Márquez, sexto, aspira a su tercer podio. Le ha cogido el tempo a la categoría.
El francés Johann Zarco, que perdió la prueba de 125 en Barcelona por su codazo a Terol, ha vuelto a dar guerra al líder español. Voló sobre el asfalto húmedo inglés. Nico se quedó a 40 milésimas. Fue el ariete de un quinteto de compatriotas rematado por Gadea, Viñales, Moncayo y Vázquez que observan al galo como un intruso en sus podios.







