El Banco Santander solo encontró compradores para la mitad de su emisión de cédulas territoriales lanzada la semana pasada por 1.000 millones, ante las dudas que despiertan en los mercados internacionales las cuentas de las autonomías y los ayuntamientos españoles.
La falta de demanda obligó a la entidad cántabra y a sus tres bancos colocadores —Commerzbank, HSBC y Société Générale— a asumir la compra de parte de la deuda para poder cerrar la transacción, pese a que la emisión había recibido la calificación de «AAA» por parte de Moody´s, la más alta otorgada por este tipo de agencias, y contaba con un cupón del 4,625%. La colocación contaba como garantía con préstamos concedidos a Gobiernos autonómicos y municipales de Cataluña, Madrid, Valencia, Andalucía, País Vasco y Canarias, y era la primera de estas características lanzada por el Banco Santander desde 2003. La información fue adelantada ayer por «The Wall Street Journal», que incidió en los problemas económicos de las regiones españolas como causa del negativo resultado de la operación.







