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Persona introvertida. Con una capa dura para mostrar sus emociones. Tímido. Pero un símbolo del Valencia. Vicente Rodríguez (16/07/1981) forma parte del grupo de jugadores de la historia dorada del club. Uno de los hombres de Benítez. Velocidad. Desborde. Descaro. Regate. Fue considerado el mejor extremo izquierdo de Europa a principios del XXI. Una lesión en Champions en Bremen en 2004 se fija como el punto de inflexión de una carrera que fue grande, pero lo pudo ser más. Vicente reflexiona para ABC sobre sus once temporadas en el Valencia.
—Once años en un club de fútbol dan para mucho. ¿Con qué se queda?
—Cuando estás en un sitio once años hay tiempo para que sucedan cosas buenas y cosas malas. Yo me quedo con las buenas que me han pasado en el club. Destacaría el día que debuté haciendo un gol. Para mí fue el debú soñado. Soy valencianista de siempre y alcancé el sueño de vestir la camiseta del Valencia, marcando un gol en mi primer partido, en el que ganamos 4-0 al Mallorca. Y luego me quedo con los títulos que hemos conseguido.
—Le quitó el puesto a Kily González.
—Desde el principio tuvimos una competencia muy bonita y muy sana. Creo que en esos momentos había mucha competencia en todos los puestos de la plantilla con jugadores muy expertos y de mucho nivel.
—¿Qué recuerda de los momentos de la consecución de las ligas, la Copa de la UEFA,...?
—Sobre todo el ambiente que había en la ciudad. La gente que vino desde el aeropuerto y que nos siguió por toda Valencia. Para mí fue muy bonito ver toda la ciudad llena de valencianistas, con las caras pintadas, con las camisetas, disfrutando,…
—Años en los que se le consideró el mejor extremo izquierdo de Europa. Se hablaba de usted y Ryan Giggs.
—Para mí Giggs era uno de los jugadores en los que intentaba fijarme y aprender cosas.
—Aquel Valencia estaba a un nivel altísimo. Sin embargo, algunas corrientes de opinión abogan por que se cogió a un Real Madrid y un Barcelona en un momento bajo.
—Es algo que he escuchado. Que el Real Madrid y el Barcelona de hoy son muy fuertes es verdad, pero esos dos equipos en aquellos momentos también eran muy fuertes. Zidane, Figo, Roberto Carlos, Raúl, Ronaldo, Makelele, Ronaldinho, Deco,… me parecen jugadores impresionantes y que no tienen nada que envidiar a los de ahora. Simplemente eran jugadores diferentes y en un tiempo diferente. Y contra esos equipos y los grandes presupuestos ganamos dos ligas y no hay que quitarle méritos.
—¿La Liga española era más competitiva entonces? ¿Era más difícil ganarle a cualquier equipo?
—Puede ser que no se notasen tanto los niveles, o que los equipos tuviesen más posibilidades de ser competitivos,… pero creo que la liga española sigue siendo una de las grandes ligas, lo que pasa es que estas últimas temporadas se ha visto más diferencia entre Barça y Madrid y el resto de equipos.
—¿Qué goles recordará siempre?
—El gol del debú. El penalti que marqué en la final de la Copa de la UEFA en Goteborg. En Sevilla cuando ganamos la segunda Liga.
—Y brilló con la Selección española.
—Tuve la suerte de haber vestido la camiseta de la Selección española, que no es nada fácil. Fui 39 veces con la selección y jugué la Eurocopa y es algo de lo que estoy muy orgulloso.
—El punto de inflexión llega en septiembre de 2004 en Bremen.
—Lo veo como algo que queda muy atrás. Es algo que forma parte del fútbol cuando juegas a alto nivel. Tienes opciones de lesionarte. Me tocó a mí. Gracias a Dios me recuperé, pero son cosas que pasano.
—A partir de ahí su camino comenzó a entrar en terreno irregular con lesiones, recaídas,…
—Luego tuve otra lesión en el tobillo derecho, del que estoy recuperado perfectamente. Tuve una lesión en la tibia, con la que lo pasé bastante mal, pero lo superé. Pero bueno, te lesionas porque juegas a alto nivel.
—¿Qué opinión tiene de los momentos en los que se ha dudado de su profesionalidad?
—Que es inconcebible. Siempre he sido un buen profesional. Me he cuidado en todo: en la comida, no he salido por la noche, me he ceñido a mi trabajo,… quien hable de esas cosas es que no tiene ni idea y no sabe nada de mi vida.
—¿Qué balance hace de estos años?
—Para mí han sido once años maravillosos, con momentos buenos y malos, pero he estado en el club donde he querido jugar siempre y gracias a Dios he podido ganar títulos y disfrutar. Estoy muy orgulloso de haber vestido la camiseta del Valencia, porque soy valencianista, y espero volver al club con otro rol.
—¿Qué rol le gustaría?
—Ser entrenador no creo. Pero, si estuviese capacitado y pudiera, sí que me gustaría estar en la secretaría técnica. Me gusta ver fútbol. Me gusta ver jugadores. Me gusta ver ligas extranjeras. Pero ya veremos, todavía me quedan tres o cuatro años de fútbol en activo y luego se verá.
—Quiere probar fuera de España.
—No me importaría jugar en la Liga española, pero si pudiese elegir me gustaría jugar fuera. Inglaterra, Italia, Alemania,… me llaman mucho la atención. Además, me gusta viajar, conocer otros idiomas, otras culturas,…
—¿Ya tiene alguna oferta?
—Todavía no hay nada concreto. He tenido varias opciones para haber firmado, pero quiero pensarlo todo bien. Quiero ir a un sitio donde pueda jugar, disfrutar y donde me encuentre bien.
—¿En diciembre pudo ir al Atlético?
—Hubo una opción, pero el club no quiso. Hubiese sido una alternativa buena, porque el Atlético es un gran club.
—Quique siempre le ha apoyado. Le ha pedido. Se pueden reencontrar.
—Para mí Quique es un gran entrenador. Uno de los técnicos que más ha confiado en mi juego siempre, con el que tengo una buena relación y al que le tengo mucho aprecio. Y si se da la oportunidad de jugar con él, estaría encantado.
—Ha habido momentos buenos y malos también del club. ¿Cómo vivió usted el paso de Juan Soler, el estar tan cerca del descenso y el tiempo de la convulsión absoluta?
—Fueron momentos muy difíciles, en los que había que estar muy unidos por la complejidad de todo lo que estaba pasando en una temporada mala, en la que rozamos el descenso, y se pasó muy mal. Creo que no se acertó con el fichaje de Koeman y fue un error cesar a Quique. Éramos cuartos a dos puntos del líder, en Champions estábamos vivos, pero pagamos caro la marcha de Quique.
—¿Pondría los nombres de Koeman, Soler o Soriano como puntos negros en la historia del club?
—En el caso de Koeman sí. En el caso de los presidentes, quizás no se hicieron bien las cosas, pero no voy a hablar mal de los presidentes. Se dieron muchas circunstancias, pero hay que quedarse con que se van solucionando y que el Valencia sigue ahí.
—¿Con qué quiere que se quede el valencianismo de Vicente?
—Pues con una buena persona, que ha intentado ser un buen jugador y que lo ha dado siempre todo por este club, que no tenga nadie ninguna duda.
—¿Qué puede dar todavía Vicente?
—Quiero dar todavía mucho fútbol, porque tengo mucha ilusión. Me encuentro muy bien físicamente y todavía tengo cosas que dar en los próximos tres o cuatro años.
—¿Cómo ha vivido estos últimos dos años su escasa participación?
—Son situaciones difíciles, porque a uno siempre le gusta jugar. A lo mejor Emery no me ha dado toda la confianza y continuidad que podía tener y he jugado menos. Pero de verdad que no le guardo rencor a ningún entrenador que he tenido. Cada uno tiene sus preferencias y sus criterios y los respeto.
—El Valencia ha renovado a Emery.
—No tengo nada que opinar. Yo me voy del Valencia. Si el club lo ha decidido así es porque lo ve capacitado para estar aquí y lo único que deseó es lo mejor para el Valencia.







