Podía haber corrido en Montmeló y en Silverstone para sumar unos cuantos puntos. Volver dos semanas después de una fractura es una constante en la carrera de Pedrosa. Fueran tobillos, clavículas o manos, el español ha competido infiltrado y dolorido en demasiadas ocasiones.
Esta vez decidió parar. Estaba cansado de pelear siempre al límite, tocado. Simoncelli provocó su lesión de clavícula en Le Mans, el 15 de mayo, y Dani prefirió, por una vez, recuperarse bien. «No quiero salir para dar vueltas». El catalán solo quiere competir en condiciones de aspirar a la victoria o a los podios. El equipo Honda Repsol espera su reaparición en la catedral histórica del motociclismo, Assen, el sábado 25 de junio, donde las motos rodaban al lado de las vacas en el año 1925, en el mítico Tourist Trophy, el TT, que hoy da nombre a la prueba holandesa. Donde el barcelonés consiguió en 2002 el primer triunfo de su trayectoria mundialista.
Claro candidato al título hasta hace un mes, en combate con Stoner y con Lorenzo, su carencia de puntos durante tres grandes premios le ha dejado a 55 de Casey y a 37 de Jorge. La corona ya no puede ser su prioridad. Ganar carreras será su objetivo. Precisamente, su lejanía en la clasificación general le dará mayor libertad para buscar el himno en su honor.
El pupilo de Alberto Puig se ha quejado de la suavidad de las sanciones impuestas por accidentes como el suyo. El paso de Simoncelli por la vía de servicio del trazado de Le Mans fue un castigo que dejó sin podio al italiano, pero acabó en la quinta plaza, mientras el perjudicado partía hacia el hospital. La «bronca» recibida por Marco de la Comisión de Carrera no dejó de abaratar su acción incorrecta. Ni puntos, ni multa. Su fractura de clavícula solo ha provocado que a la siguiente acción peligrosa sí habrá suspensión al piloto. Pero Pedrosa ha perdido 75 puntos. Y el campeonato. Menuda justicia.
