Emmanuel Adebayor ya no es jugador del Real Madrid. Ayer finalizaba el plazo que el club blanco tenía para hacer efectiva la opción de compra que se reservó sobre el togolés, pero finalmente decidió no ejercerla, por lo que regresa de nuevo al Manchester City. Con Benzema e Higuaín ahora como únicos delanteros , la maquinaria madridista trabaja ya para contratar un tercer punta para su plantilla. Agüero y Neymar son los grandes candidatos a ocupar la plaza que deja el africano, aunque los aficionados han mostrado en diferentes encuestas su preferencia por el argentino, que se mantiene firme en su decisión de no regresar al Atlético.
La marcha de Adebayor no rompe la sintonía entre Florentino Pérez y Mourinho, a pesar de que la llegada del jugador en enero fue una petición expresa del técnico. Los 17 millones de euros que el Real Madrid debería pagar al Manchester City por su contratación y la altísima ficha del togolés (alrededor de ocho millones, aunque el jugador estaba dispuesto a rebajar esta cantidad) han sido escollos insalvables para la continuidad de un delantero que tampoco ha terminado de levantar pasiones en el Bernabéu. Ocho goles en veintidós partidos es su bagaje con la camiseta blanca, aunque se esperaba más de él. Las puertas del Madrid, sin embargo, no se cierran definitivamente para este jugador si el club inglés decidiera rebajar sus pretensiones económicas.
Despedida silenciosa que contrasta con la tormenta que provocó su llegada para cubrir la baja de Gonzalo Higuaín después de una inoportuna hernia discal que le tuvo apartado de los terrenos hasta el mes de mayo. La cesión de Adebayor originó una guerra abierta entre Mourinho, su gran valedor, y Jorge Valdano, contrario a que el Real Madrid apostara por el cuarto delantero del Manchester City. El portugués ganó finalmente el órdago al entonces director general y consiguió reforzar el ataque con un futbolista al que Mancini tenía apartado por sus continuos episodios de indisciplina. A pesar de la fama que le acompañaba, «Manolito» no ha dado ningún problema durante su estancia en la capital y deja un grato recuerdo en el vestuario y la afición blanca.
Mientras tanto continúan los rumores sobre la posible marcha de Kaká. El padre del brasileño se reunió ayer en las oficinas del Milán con el delegado del equipo, Adriano Galliani, el director general, Ariedo Braida, y el entrenador, Massimiliano Allegri, aunque a la salida aseguró que el jugador no se moverá del Real Madrid.
